La Biblia en señas tomará tres lustros
La iniciativa inclusiva pertenece a los testigos de Jehová de Ecuador
Una pizarra con dibujos junto a las palabras “hijo pródigo”, “Jerusalén” o “Judea” ilustra, en la sede de los testigos de Jehová de Ecuador, el trabajo de traducción de la Biblia al lenguaje de señas.
Se trata de un proyecto que se inició hace poco menos de dos años y que se espera que se prolongue tres lustros, debido a la complejidad idiomática que requiere una traducción fiel del texto sagrado para la comunidad sorda ecuatoriana.
El proyecto abarca el Antiguo y el Nuevo Testamento, escritos originariamente en hebreo y griego, respectivamente, de cuyas fuentes también se empapan los especialistas.
Un total de 32 personas trabajan en el centro de traductores de los testigos en la urbe y transcriben material bíblico a una docena de idiomas autóctonos, pero en la sección de signos lo hacen tres expertos, uno sordomudo de nacimiento y dos nativos con padres sordos.
Una vez que se llega a un consenso descriptivo de los sucesos bíblicos, se procede a la puesta en escena, un proceso de producción que engloba a un equipo técnico de siete personas y la grabación del relato sagrado. En un estudio se realiza la interpretación de los actores, que suelen hacerlo de forma individual o en pareja.
En Ecuador se calcula que hay 200.000 sordos, de los que apenas 700 son miembros de los testigos, repartidos en 33 congregaciones. Sin embargo, esta iniciativa promociona también la enseñanza del lenguaje de señas a cualquier miembro de la comunidad sorda que no profese esa corriente cristiana.