Amargo punto para un Bombillo sin luz
duenass@granasa.com.ec melec y más de lo mismo. Un funcionamiento lento, predecible, sin rebeldía, ni vértigo, sin goles y sin sorpresa. Los eléctricos volvieron a ser ese equipo timorato con los vacíos de partidos pasados, y se tuvieron que conformar con un empate ante el Deportivo Lara en su debut en Copa Libertadores.
Si había un partido en el que el Bombillo estaba obligado a sumar a domicilio era este. Deportivo Lara no es de los clubes candidatos a ser protagonistas en esta Libertadores. Pero viendo la presentación de los azules en esta temporada, ellos tampoco.
Fue otra clara imitación de lo que ha mostrado en los duelos de Ligapro en el estadio Capwell: mucha posesión de pelota, control de la situación, exceso de pases infructíferos; pero de peligro, casi nada.
¿Pero a qué se debe el deslucido rendimiento del cuadro de Mariano Soso? Aún es complejo saber a qué juega Emelec: si es un equipo que opta por el protagonismo con la pelota en posesión,
EEL SUBE Y BAJA
o se inclina por los contragolpes con la velocidad de algunos de sus futbolistas.
A esta interrogante se apegan los pobres rendimientos individuales de la mayoría de sus jugadores. Desde la medular, con un Dixon Arroyo que volvió a demostrar que prefiere dar un pase atrás, que arriesgar y combinarse con los compañeros que tiene por delante, siendo uno de los principales responsables del lento e inofensivo juego de Emelec.
Otro es Gabriel Cortez, quien en la Explosión Azul ilusionó a la parcialidad eléctrica, pero que en partidos oficiales no ha tenido un desempeño ni siquiera cercano al mostrado en aquel juego ante el Sporting Cristal.
El penal errado de Brayan Angulo solo reafirma el mal momento del delantero. ¿Falta de confianza? ¿Desgano? ¿Está con la cabeza en otro lado? Lo cierto es que del goleador que concretó una fortuna de goles el año anterior, no se ha visto nada.
Los duendes empiezan a cre- cerle al equipo de Soso, que matemáticamente sumó de visita en esta Copa, pero ante un rival que en cancha mostró una tibieza que Cruzeiro y Huracán (los otros equipos que conforman el grupo) no perdonarán. Un punto amargo y un plantel azul que sigue sin ser equipo.