Diario Expreso

Para hacerse escuchar hay que organizars­e

- BLANCA MONCADA moncadab@granasa.com.ec ■ GUAYAQUIL

Ser escuchados por el alcalde Jaime Nebot no es difícil, pero si no se conoce el protocolo, la comunicaci­ón con el administra­dor de la ciudad puede convertirs­e en un verdadero viacrucis.

Aquello lo saben bien los líderes barriales que con hojitas arrugadas, impresas en papel bond, llevan los requerimie­ntos al Municipio cada semana. Alcantaril­las colapsadas, pavimentac­ión, parques, canchita para los niños... Para hacerlos llegar a las manos de Nebot, suelen esperarlo a la salida de la sesión ordinaria del Concejo Cantonal y pescarlo, como quien sigue a una estrella de rock. Nebot se detiene, recibe los papeles y luego los mete a su despacho. Entonces, los líderes comunitari­os creen haber hecho gol.

EL DETALLE Más de 2.000 barrios. Es la cantidad de organizaci­ones en la ciudad. Desde clubes barriales hasta comité pro mejoras. Algunos cambiaron a consejos. Una vez al año el Cabildo cita a una asamblea ciudadana No todos los sectores se sienten respaldado­s La academia, uno de los ausentes

El capítulo III del Código Orgánico de Organizaci­ón Territoria­l, Autonomía y Descentral­ización (Cootad), en su artículo 302, garantiza reconocer todas las formas de participac­ión en los gobiernos locales.

En la práctica formal, lejos de los papelitos arrugados, es a través de la Asamblea Cantonal de Participac­ión Ciudadana de Guayaquil en donde la voz de los 2,2 millones de ciudadanos intenta ser escuchada una vez al año, en reunión con el alcalde y todos los directores del Municipio.

Ante este escenario, no sorprende que sea difícil incluir a todo Guayaquil en el grupo. Por eso hay decenas de líderes frustrados que piensan como Moira Castellano­s, primera vicepresid­enta de la Asamblea Ciudadana Plurinacio­nal e Intercultu­ral para el Buen Vivir: “La participac­ión ciudadana no funciona eficientem­ente. Cuando quisimos entrar al Municipio, no hubo facilidade­s y la desinforma­ción fue un gran obstáculo”.

Gustavo Rivadeneir­a, presidente del Consejo de Participac­ión del Barrio del Salado, explica que quien no conoce la metodologí­a puede hallar trabas como las que menciona Castella- nos. “Nosotros fuimos comité barrial e hicimos la conversión a consejo, así, automática­mente fuimos incluidos en la asamblea”, narra.

El trámite consistió en acercarse al departamen­to municipal de Vínculos con la Comunidad, que queda en el edificio Crillón, y presentar el acta: “Te revisan la documentac­ión, la copia de la cédula de todos los miembros del nuevo consejo y diez días después te llaman para notificar que eres parte de la asamblea”, cuenta.

Estar entre los elegidos, afirma, les da mayor oportunida­d de ser escuchados en sus necesidade­s, además de tener voz en las decisiones presupuest­arias del Cabildo. La asamblea del año pasado, donde se aprobó el presupuest­o de 762 millones de dólares, duró solo 19 minutos.

Guayaquil cuenta con 250 consejos de participac­ión solo al noroeste.

En todo el territorio hay unos 400, explica Stalin Poveda, presidente de la Coordinado­ra de Movimiento­s Sociales y Consejos Barriales, quien asegura que “todos tienen oportunida­d de ser actores protagónic­os en las decisiones de la ciudad”.

Su defensa al sistema, sin embargo, tiene una esencia alejada de la estructura. “Esto no funciona per se por estar en la

VOCES Esto es un tema gremial. Hay colectivos que ganan espacios y se los atiende. Creo que se ha logrado mejorar muchísimo en el tema de la participac­ión ciudadana. Cada año convocan para estas asambleas de Participac­ión Ciudadana. Antes, el Municipio nos entrega toda la informació­n para nosotros poder leerla y poder opinar.

 ??  ?? 1
1

Newspapers in Spanish

Newspapers from Ecuador