“Vivir en La Puntilla es como vivir en un campo de guerra”
Los vecinos se quejan de los huecos y el material de construcción que yace sobre la arteria Atribuyen la molestia a los atrasos en la ejecución de obras
Manejar en La Puntilla es como jugar ‘Super Mario Bros’ (un juego de Nintendo). Hay que evadir obstáculos, basura, enormes trozos de cemento y cables, y uno tiene hasta que convertirse en malabarista, o en un experto en Fórmula 1, dice la residente Gabriela Valverde, para evadir las zanjas que se han formado en este sector de la vía a Samborondón.
En La Puntilla hay una lluvia de quejas. Una lista que desde el año pasado, como ha venido publicando EXPRESO, además del congestionamiento vehicular, está ligada a la falta de movilidad del peatón; provocada, a decir de los habitantes, por los atrasos en la construcción de la obra complementaria del puente que une a Guayaquil con Samborondón y que debió estar terminada en febrero, según lo confirmó inicialmente el Municipio.
La semana pasada, por ejemplo, el malestar se centró en la falta de señales cerca de donde se realizan los trabajos. Y esta semana, en cambio, en los escombros que hay alrededor de las garitas de al menos quince complejos habitacionales que se levantan entre el km 2,5 y el km 7, cuyos entornos se han visto afectados por la misma razón, al igual que algunos tramos de la arteria que permanecen repletos de cables, tubos y lomas de tierra.
La vía a Samborondón es un campo de guerra, sostiene Javiera Jiménez, residente de Entre Ríos. Asegura que afuera de Maralago hay ladrillos regados, al igual que cerca de la entrada de la Asociación Escuela de Auto Realización y entre las urbanizaciones Palma Mallorca y Pórtico del Río, donde varios peatones se han dado contra el suelo. caminando, viendo bien por dónde o qué pisamos. Es peligroso. Hay barriles por doquier. La zona no es la misma de antes”, cuenta.
La arquitecta Mónica Reynoso vive en la ciudadela Bouganville y asegura que la administración del complejo en más de una ocasión ha solicitado al Cabildo la limpieza, sin obtener una respuesta favorable. Para ella, el origen del problema está en la falta de planificación de las autoridades.
“Las empleadas domésticas, los estudiantes, los peatones corremos el riesgo de sufrir accidentes. ¿Pero saben por qué todo sigue igual? Porque en el sector el Municipio jamás escucha al barrio”, se lamenta.
Respecto al tema, el alcalde de Samborondón, José Yúnez, aseguró a EXPRESO que es el consorcio Enlace 780, a cargo de la construcción del puente y la obra complementaria, el que debe hacerse cargo de los trabajos de limpieza.
La entidad ha tenido un atraso, dijo. De hecho, adelantó que los trabajos culminarán en su totalidad en abril. “Pido disculpas a la comunidad por todas estas molestias, que han sido generadas por la reubicación de los servicios básicos. Si hubo atrasos ha sido por la lluvia, pero estamos al tanto de que no paren en el proceso”.
Por su parte Enlace 780, a través de un comunicado, también se excusó, sin dar mayores detalles sobre cuándo o de qué forma empezarán las tareas de aseo, ni la fecha de entrega anunciada por el Municipio.
A residentes como Aldo Márquez de la Plata, quien vive en el sector de Los Arcos, esta falta de acciones le genera aún más molestias. Se enfoca en la ciclovía que ya en algunos tramos se ha construido, y asegura que no está bien diseñada. “Hay postes de luz dentro de la pista, al igual que alcantarillas destapadas y piletas. Es todo un desastre. Estamos en riesgo”, admite.
Sobre este último punto y el hecho de quién tendría la responsabilidad si se suscita un accidente, Yúnez precisa que el consorcio. “Ellos deben advertir sobre los huecos y cambios que sobre la vía se hagan. Si pasa algo, el ente responde. Y nosotros le damos seguimiento”.
EL DETALLE La entrega de la obra ha tenido varias postergaciones. Primero se dijo que estaría culminada a fines del año anterior, luego que en febrero y ahora en abril. ENTORNO MÓNICA REYNOSO, habitante de la ciudadela Bouganville