Llegó la salvación para la fundación Cariño
El centro de nutrición no cerrará ❚ El Municipio y el Gobierno comprometieron ayer su apoyo para que continúe su labor
Cuando el centro de nutrición de la fundación Cariño parecía llegar a su fin, la esperanza renació para esta organización de ayuda social que ha beneficiado en 40 años a más de 4.000 familias de Guayaquil.
Después del reportaje que publicó ayer EXPRESO, mostrando la difícil situación económica por la que atraviesa esta institución, las llamadas de ayuda no cesaron.
El apoyo llegó de parte del Municipio de la ciudad y del Gobierno. Ambos se comprometieron a entregar su aporte no solo para que Cariño continúe con su centro (había previsto cerrar el próximo 15 de abril), sino también para que extienda su labor.
La presidenta de Cariño, María Iralda Meza, dijo que fue un día fructífero que llevó a las voluntarias a cambiar los planes y a retomar con fuerza su deseo de continuar con el programa que busca erradicar la desnutrición infantil en niños de uno a tres años.
Pedro Pablo Duart, director de la DASE (Dirección de Acción Social y Educación), dialogó con la presidenta de la agrupación para informarle que el alcalde continuará dando su apoyo y que además dará 60.000 dólares adicionales a lo que ya venía dando.
Con el Municipio existe un convenio de cooperación. Además de darle en comodato el local que funciona en la Cooperativa Vivienda de Trabajadores de la Autoridad Portuaria (Covitap), cubre el 60 % de los gastos de la institución. El año pasado, el aporte fue de 89.000 dólares.
Conseguir el monto restante se había vuelto un calvario para Cariño, que contaba con poca colaboración empresarial y que no alcanzaba a cubrir la parte que le correspondía del gasto, aunque realizaban bingos, rifas, mercados de pulgas y hasta ponían de su propio bolsillo cada mes.
Pero ya no pasarán más por eso. Al conocer lo que ocurría con esta fundación, hubo también reacción del Gobierno. Hasta sus instalaciones llegó la primera dama, Rocío González de Moreno, junto con la secretaria técnica del Plan Toda Una Vida, Isabel Maldonado y con un equipo de trabajo de Misión Ternura. “Admiro el voluntariado que realizan las mujeres, por eso creo que es importante que esta labor continúe y hemos decidido apoyarles en todo lo que requieran, a través de Misión Ternura”, dijo la primera dama. Además, se mostró interesada en el programa que realizan y desea conocer más de esta labor para ver la posibilidad de implementar centros similares.
Lourdes Dito de Reinoso, quien fue presidenta de la fundación, dijo que ahora las voluntarias diseñarán un nuevo proyecto para continuar su trabajo. El 5 de abril será dado de alta el grupo de niños que hoy reciben atención, luego de seis meses de alimentación y controles. Un nuevo grupo entrará a la fundación en la segunda semana de mayo. “Las ganas de seguir trabajando las teníamos, pero nos faltaba dinero. Ahora ayudaremos a muchos más niños”, dijo emocionada.