Diario Expreso

Durán, el de los servicios incumplido­s

El agua potable es el principal clamor de los ciudadanos ❚ El alcantaril­lado y la insegurida­d son otros problemas que esperan solución

- ALFONSO ALBÁN ESPÍN albana@granasa.com.ec ■ GUAYAQUIL

Rostros sonrientes de extremo a extremo. Cruzar el puente de ingreso a Durán desde Guayaquil, en época electoral, es observar una hilera casi interminab­le de propaganda electoral de caras tras caras con una amplia sonrisa, que dista mucho del ánimo de sus habitantes.

A solo cinco minutos de Guayaquil (sin tráfico vehicular) y con una vista privilegia­da de los ríos Daule y Babahoyo en el trayecto, el segundo cantón más poblado de la provincia del Guayas todavía atraviesa dificultad­es que los políticos claramente no han podido solucionar en sus 33 años de cantonizac­ión, recién cumplidos el 10 de enero pasado.

Esa escasa reacción de quienes tenían el trabajo, y por el que fueron electos, de dotar agua potable, acceso al alcantaril­lado y seguridad ha provocado la indiferenc­ia de los ciudadanos que ya no saben si creer o no cada vez que llega un candidato a estrechar sus manos, regalarles una camiseta, un calendario y prometerle­s que es la solución a sus problemas.

Ramón Castro, sentado en una silla plástica en una de las esquinas del sector El Arbolito, espera pescar con el olor del pollo asado y papas fritas que vende cada día a algún hambriento transeúnte. Solo esboza una mueca cuando es cuestionad­o sobre su credulidad en la palabra de los postulante­s a la Alcal- día. Parece que prefiere ahorrarse las palabras por no lanzar alguna frase ofensiva o porque no lo merecen, pero opta por la clásica: “Prometen, prometen y no cumplen”.

Agua, agua, agua y agua. Es la primera respuesta de los duraneños cuando son cuestionad­os sobre la principal necesidad que tienen. Castro relata que el líquido llega entre una a dos horas al día sin previo aviso. Tiene que estar pendiente del grifo para recoger algunos garrafones que le permitan asearse y cocinar. Es una escena que no ha cambiado mucho, cuenta, desde hace 15 años que vive en esa jurisdicci­ón. “Hay que ver si el próximo alcalde puede solucionar el problema... hay que ver”, exclama el incrédulo ciudadano.

Cuatro años de la próxima gestión será poco tiempo para solucionar el “gran problema” de la falta de agua potable, así lo considera la actual alcaldesa, Alexandra Arce, quien estima que se necesitará­n 10 años para darle una solución. “El problema más grande es la dotación del agua potable... Tenemos redes no catastrada­s, tuberías vetustas, ciudadelas que han instalado tuberías sin ninguna especifica­ción técnica. Es difícil y seríamos mentirosos en decir que no tendremos estos problemas, los seguiremos teniendo”, dijo la primera edil duraneña en una reunión con el directorio de la Empresa Municipal de Agua Potable de Durán, el pasado 6 de marzo, en la que se analizó la remisión de valores no reales facturados entre agosto de 2018 a enero de 2019, coincident­emente o no a pocos días de las elecciones.

El Sistema Nacional de Informació­n de la Secretaría Nacional de Planificac­ión y Desarrollo (Senplades), con base en el censo de población y vivienda de 2010, cifró en 62,8 % la cobertura local de agua por red pública. Sin embargo, por el crecimient­o poblaciona­l del

LAS CIFRAS 308.059 HABITANTES debería registrar el cantón según el INEC, pero la cifra se acerca al medio millón. $ 1.484 MILLONES 80 CENTAVOS es el precio autorizado por el Municipio de cada tanque de agua de 55 galones.

cantón, que según la alcaldesa está cerca del medio millón de habitantes (superando incluso la proyección del Instituto Nacional de Estadístic­a y Censos para el 2019), se estima que el 60 % no tiene cobertura del líquido y lo compra a través de tanqueros.

El agua potable es una en una lista de servicios incumplido­s. Caminar por algunas de las calles de Durán es también encontrar sectores con agua empozada que no puede desfogar por la falta de alcantaril­lado. En la zona industrial, por ejemplo, el ambiente lleno de polvo se mezcla con el de los malos olores que emanan de las zanjas al borde de la carretera. Pero no solo ahí, en el sector de El Recreo, Mayra Reinoso barre el agua que se acumula al pie de su vivienda a pocos metros del bullicio propio del comercio y de los vehículos que transitan en una calle principal.

Es su rutina ya sea por la lluvia de la noche anterior o porque sencillame­nte su casa no tiene una conexión directa o cercana a una alcantaril­la que le permita desfogar el agua que utiliza. “Tengo que hacerlo y más ahora por la época invernal para que no aparezcan más mosquitos”, replica la ciudadana que habita desde hace 10 años en el sector.

Basta con hacer un recorrido por varios sectores del cantón, tal como lo hizo EXPRESO, para percatarse que en las esquinas de las calles no existen alcantaril­las que permitan el flujo del agua residual. El Sistema Nacional de Informació­n de la Senplades, con base en el censo de población y vivienda de 2010, registró un 42,6 % de cobertura local de alcantaril­lado.

La lista crece cuando se habla de insegurida­d. Si bien la dotación de seguridad no es una competenci­a municipal, los ciudadanos esperan una respuesta de su primer edil independie­ntemente del cantón, y Durán no es la excepción. Li-

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