Durán, el de los servicios incumplidos
El agua potable es el principal clamor de los ciudadanos ❚ El alcantarillado y la inseguridad son otros problemas que esperan solución
Rostros sonrientes de extremo a extremo. Cruzar el puente de ingreso a Durán desde Guayaquil, en época electoral, es observar una hilera casi interminable de propaganda electoral de caras tras caras con una amplia sonrisa, que dista mucho del ánimo de sus habitantes.
A solo cinco minutos de Guayaquil (sin tráfico vehicular) y con una vista privilegiada de los ríos Daule y Babahoyo en el trayecto, el segundo cantón más poblado de la provincia del Guayas todavía atraviesa dificultades que los políticos claramente no han podido solucionar en sus 33 años de cantonización, recién cumplidos el 10 de enero pasado.
Esa escasa reacción de quienes tenían el trabajo, y por el que fueron electos, de dotar agua potable, acceso al alcantarillado y seguridad ha provocado la indiferencia de los ciudadanos que ya no saben si creer o no cada vez que llega un candidato a estrechar sus manos, regalarles una camiseta, un calendario y prometerles que es la solución a sus problemas.
Ramón Castro, sentado en una silla plástica en una de las esquinas del sector El Arbolito, espera pescar con el olor del pollo asado y papas fritas que vende cada día a algún hambriento transeúnte. Solo esboza una mueca cuando es cuestionado sobre su credulidad en la palabra de los postulantes a la Alcal- día. Parece que prefiere ahorrarse las palabras por no lanzar alguna frase ofensiva o porque no lo merecen, pero opta por la clásica: “Prometen, prometen y no cumplen”.
Agua, agua, agua y agua. Es la primera respuesta de los duraneños cuando son cuestionados sobre la principal necesidad que tienen. Castro relata que el líquido llega entre una a dos horas al día sin previo aviso. Tiene que estar pendiente del grifo para recoger algunos garrafones que le permitan asearse y cocinar. Es una escena que no ha cambiado mucho, cuenta, desde hace 15 años que vive en esa jurisdicción. “Hay que ver si el próximo alcalde puede solucionar el problema... hay que ver”, exclama el incrédulo ciudadano.
Cuatro años de la próxima gestión será poco tiempo para solucionar el “gran problema” de la falta de agua potable, así lo considera la actual alcaldesa, Alexandra Arce, quien estima que se necesitarán 10 años para darle una solución. “El problema más grande es la dotación del agua potable... Tenemos redes no catastradas, tuberías vetustas, ciudadelas que han instalado tuberías sin ninguna especificación técnica. Es difícil y seríamos mentirosos en decir que no tendremos estos problemas, los seguiremos teniendo”, dijo la primera edil duraneña en una reunión con el directorio de la Empresa Municipal de Agua Potable de Durán, el pasado 6 de marzo, en la que se analizó la remisión de valores no reales facturados entre agosto de 2018 a enero de 2019, coincidentemente o no a pocos días de las elecciones.
El Sistema Nacional de Información de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades), con base en el censo de población y vivienda de 2010, cifró en 62,8 % la cobertura local de agua por red pública. Sin embargo, por el crecimiento poblacional del
LAS CIFRAS 308.059 HABITANTES debería registrar el cantón según el INEC, pero la cifra se acerca al medio millón. $ 1.484 MILLONES 80 CENTAVOS es el precio autorizado por el Municipio de cada tanque de agua de 55 galones.
cantón, que según la alcaldesa está cerca del medio millón de habitantes (superando incluso la proyección del Instituto Nacional de Estadística y Censos para el 2019), se estima que el 60 % no tiene cobertura del líquido y lo compra a través de tanqueros.
El agua potable es una en una lista de servicios incumplidos. Caminar por algunas de las calles de Durán es también encontrar sectores con agua empozada que no puede desfogar por la falta de alcantarillado. En la zona industrial, por ejemplo, el ambiente lleno de polvo se mezcla con el de los malos olores que emanan de las zanjas al borde de la carretera. Pero no solo ahí, en el sector de El Recreo, Mayra Reinoso barre el agua que se acumula al pie de su vivienda a pocos metros del bullicio propio del comercio y de los vehículos que transitan en una calle principal.
Es su rutina ya sea por la lluvia de la noche anterior o porque sencillamente su casa no tiene una conexión directa o cercana a una alcantarilla que le permita desfogar el agua que utiliza. “Tengo que hacerlo y más ahora por la época invernal para que no aparezcan más mosquitos”, replica la ciudadana que habita desde hace 10 años en el sector.
Basta con hacer un recorrido por varios sectores del cantón, tal como lo hizo EXPRESO, para percatarse que en las esquinas de las calles no existen alcantarillas que permitan el flujo del agua residual. El Sistema Nacional de Información de la Senplades, con base en el censo de población y vivienda de 2010, registró un 42,6 % de cobertura local de alcantarillado.
La lista crece cuando se habla de inseguridad. Si bien la dotación de seguridad no es una competencia municipal, los ciudadanos esperan una respuesta de su primer edil independientemente del cantón, y Durán no es la excepción. Li-