LA REALIDAD
El 50 % de los ecuatorianos lee de una a dos horas a la semana, mientras que el 13,5 %, de tres a cuatro horas, según datos del INEC al 2012. El 26,5 % no lee. Aduce que no lo hace por falta de interés o de tiempo.
Este espacio que se levanta en la av. Quito y 9 de Octubre, brinda una vista privilegiada al parque Centenario, uno de los más grandes de Guayaquil. Es una plaza histórica que se inauguró el 9 de octubre de 1920 y que acoge no solo a la Columna de los Próceres sino a varias estatuas y a una amplia vegetación que invita a la calma.
“Es un sitio ideal para leer. La transformación que se le quiere dar es que se convierta en una biblioteca abierta, en la que haya un mayor acceso a los más de 40.000 volúmenes que tenemos”, dice.
Aunque adaptarán la tecnología a algunos de sus procesos, su objetivo principal es mantener la tradición de la lectura en papel. Para ello cuentan con otro atractivo: poseen una de las mayores colecciones de literatura ecuatoriana del país.
Para cumplir con ese objetivo, una vez que los chicos retornen a clases, la Casa de la Cultura hará un recorrido por los colegios para invitar a los alumnos a sus instalaciones.
Mientras tanto, hay una parte importante de la biblioteca con la que se comenzarán los trabajos y que contará con un espacio más grande y acogedor. Es donde se desarrolla uno de los programas emblemáticos de la Casa de la Cultura: ‘Sueños de papel’, dirigido a los niños, que fue mentalizado por Rosa Pogo y que ha tenido gran acogida.
Cuentan con atractivos como ‘Léeme un cuento’, que motiva la participación de padres, abuelos y adultos en estas jornadas que comparten con los niños y con ‘La hora del cuento’, que promueve la lectura y la estimulación. Pero hay algo que llama aún más la atención y son los ‘Cuentos a media luz’, donde se conoce sobre las historias y leyendas guayaquileñas a la luz de las velas.
El objetivo de quienes están al frente de este espacio cultural, es que el área de adultos, que por estos días luce vacío, tenga tanta acogida como la de niños. “Queremos que la ciudad recupere ese afecto que otras generaciones tuvieron por la biblioteca de la Casa de la Cultura”, cuenta Naranjo. Así se da otro paso en ese sueño de que el 2019 sea el año de las bibliotecas, como anunció en enero pasado el ministro de Cultura, Raúl Pérez, durante la inauguración de la biblioteca de la Universidad de las Artes.