Nuevo año andino, día de celebrar y de agradecer
El Mushuk Nina es una de las cuatro fechas del calendario indígena
El Panecillo es un espacio sagrado para los pueblos ancestrales. En Quito representaba a lo masculino, que se unía con la loma que se forma sobre la Basílica del Voto Nacional, que representa lo femenino.
En este cerro se realizó un ritual para cerrar el ciclo anterior, y agradecer por las bondades que la madre tierra o Pachamama ha hecho a los seres humanos. Este evento se denomina Pawkar Raymi o Mushuk Nina, que quiere decir fuego nuevo. “Esta es una fiesta donde los hijos de los cuatro suyos se reencuentran. Donde se unen los mochos y los guangudos”, dijo José Naula, yachag de la comunidad del Cañar.
Para él, esta época representa la vivencia de una energía positiva y creativa, gracias a las bondades de la luna, el sol, el agua y la tierra. “Si no hubieran estos elementos no habría vida. Sería el fin de las generaciones”, sostuvo.
Este fuego nuevo da cuenta también del inicio de las cosechas y por lo tanto el eje del calendario andino que es dado por los equinoccios y solsticios como un nuevo ciclo de vida. La fiesta es una de las cuatro principales en el calendario indígena.
Pawkar Raymi o Mushuk Nina coincide con el Equinoccio de Primavera, en el que se produce la mayor cercanía del Sol a la Tierra. En cada uno de estos tiempos-espacios, los pueblos originarios realizaban ceremonias en conexión íntima y profunda con los ciclos naturales de la Pachamama y el Multiverso.
Según Naula, los antepasados gozaban del entendimiento y certeza de que los seres humanos, como parte de la existencia, no son sujetos aislados ni reyes de la creación. Sonido. Los pueblos kichwas dan por iniciado el año con un ritual.