Un ‘vuelco’ al tablero político del Ecuador
El panorama electoral dio un giro desde los comicios de 2014 ❚ Los movimientos más votados tienen acusaciones por corrupción
No solo está en juego la selección de alcaldes, prefectos, concejales e integrantes de las juntas parroquiales; las elecciones seccionales del domingo reflejarán el nuevo orden de las organizaciones políticas en cada provincia tras la fragmentación de Alianza PAIS y la disminución de la participación de la maquinaria gubernamental dentro de la campaña.
El pulso entre movimientos y partidos demostrará, por ejemplo, el peso que mantiene la figura del expresidente Rafael Correa en las votaciones. Dicha figura, en 2014, ya tuvo algunas bajas en las principales ciudades del país. Quito, Guayaquil y Cuenca no eligieron a los candidatos de la autodenominada revolución ciudadana.
En la capital, el oficialista Augusto Barrera perdió la reelección contra Mauricio Rodas, de SUMA. En Guayaquil, en cambio, Jaime Nebot fue invencible pese a los esfuerzos de la simpatizante de Correa, Viviana Bonilla.
La pérdida en las tres ciudades, sin embargo, no fue el fin del movimiento verde flex. La constante campaña en los enlaces sabatinos del expresidente y la promoción electoral de entidades públicas, a vista y paciencia de los entonces integrantes del Consejo Nacional Electoral (CNE), permitió que el poderío de la organización política se mantenga. En total, y sin alianzas, PAIS obtuvo 1.420 puestos en las elecciones seccionales de 2014.
Ahora, dos movimientos se disputan ese legado. Por un lado, PAIS, que ahora está en manos del presidente Lenín Moreno, busca ganar en algunos cantones, aunque no propuso candidatos para varias dignidades. Quito es un ejemplo. En 2014, Correa y su gente propusieron 3.658 postulantes en solitario. Este año, la agrupación se inclinó más por la búsqueda de alianzas con grupos locales. El 40 % de sus candidatos son fruto de dichas alianzas.
El otro movimiento que espera heredar los cargos que dejó el Gobierno anterior es Fuerza Compromiso Social que ahora está en manos de los correístas y que pertenecía al político acusado de corrupción, Iván Espinel. Ellos mantienen la figura de Correa -con fotografías antiguas- en sus carteles y afiches. En Quito, su apuesta es la otrora concejala Luisa Maldonado.
Las denuncias de corrupción salpicaron a otros exaliados de Correa. Avanza, partido fundado por el ahora prófugo de la justicia y exministro y delegado del correísmo ante el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), Ramiro González, tuvo un debut positivo en 2014. Sin contar alianzas, el grupo alcanzó 697 cargos de elección popular. Fue el segundo más alto
LA JORNADA