¿Futuro?
Hago un llamado al civismo activo, la reflexión y al “trabajito” de revisar las listas -con proporciones preocupantes de ilustres desconocidos o cínicos de ciencia ficción- y uno por uno tratar de imaginarnos sus motivaciones, competencias, visión, formación profesional, cumplimientos impositivos, entre muchos otros parámetros, pero por sobre todo integridad. ¡Mil veces integridad!
Aplicarnos en este ejercicio para no quejarnos después de errores en votaciones anteriores, que pudimos evitar, sin elegir a los que ahora descalificamos. Además, a informarnos mejor, leyendo, viendo, escuchando opiniones legítimas con solidez ética e intelectual. ¡Sí las hay!
Leí hace algún tiempo una advertencia interesante: “si tú no te metes con la política, la política se meterá contigo”. Así es. Las ideologías, partidos, estructuras, líderes, prácticas, son el modelo civilizatorio logrado en las sociedades democráticas contemporáneas. No se da solo, no se da, repito, sin electores comprometidos, informados, sensatos. En nuestros hombros y en nuestra conciencia está el futuro.
¿Qué representa Guayaquil? ¿Cuáles son sus valores tradicionales/históricos? ¿Qué activismo, comportamiento, acción unida, generosidad nos permitió vencer adversidades como plagas, ataques, indiferencia, centralismo miope con armas burocráticas devastadoras?
¿Por qué en Guayaquil valoramos la sociedad civil, respetamos lo público -incorporándonos a ello con integridad- y estimulamos lo privado? ¿De dónde y por qué surgió la Junta de Beneficencia, LEA, Solca, Sociedad de Beneficencia de Señoras, Sociedad Filantrópica del Guayas, Fasinarm, Serli, Sociedad Femenina de Cultura, Acorvol... y más?
Y ya en el presente, ¿cuáles son nuestras conquistas en educación innovadora, atención a barrios marginales, cultura, teatro, museos, piscinas populares, obra pública, transporte, turismo? ¿Apoyo a la diversidad? ¿Recuperación de barrios históricos? ¿Tecnología?
No podemos perder tiempo. Debemos avanzar. No podemos dejar de innovar. ¡No podemos improvisar! Que no nos coma la política primaria y nos frene el futuro.