Caída de piedras en la vía que va a un túnel
Hay peligro en un tramo de la avenida que rodea al cerro San Eduardo
Los vehículos que circulaban la mañana de ayer por la vía que conduce al túnel San Eduardo, en el noroeste de Guayaquil, pasaban más lento que de costumbre.
Las rocas que se hallan a un costado de la calzada les advertía, muy de cerca, que algún accidente podría pasar.
Las piedras caen desde el cerro San Eduardo y han copado además gran parte de la vereda situada en la parte baja de esa loma de rocas. El desprendimiento se da, aparentemente por la intensidad de las lluvias presentadas en los últimos días en la ciudad.
El panorama se observaba en un kilómetro aproximadamente. Contando desde el inicio de la calle, la que colinda con la avenida Barcelona hasta el puente peatonal que conecta con un complejo deportivo y que está antes del ingreso al túnel.
Aunque en una parte de la vereda una paleta metálica señala que los autos deben conducir con un máximo de 50 kilómetros por hora, no había ningún indicio evidente que avise a los conductores del desprendimiento de las rocas.
“Había una cinta amarilla pero ya no está. Debe ubicarse otra para que los carros sepan del peligro”, opina José Chiquito, un conductor que circulaba por el lugar.
A más de ese inconveniente, la insalubridad en partes del cerro se hace notar. Un olor insoportable invade un tramo de esa vía por desperdicios que son lanzados por los mismos conductores desde sus vehículos. Hay Restos de comida, vidrios de botellas de cerveza y otros objetos en las veredas.