Prohibido educar
Hablar de educación este siglo, es hablar de desarrollo de la inteligencia humana, y es justo ahí donde choca el mundo de lo educativo con los intereses gananciales de muchos, que desde distintos sectores y quehaceres, se interesan más en una masa aborregada y no pensante, que en el hombre capaz de analizar y tomar libremente decisiones. Por ello, parecería que hoy es prohibido educar.
Al caudillo populista, modelo que generalizado va tomando mucha fuerza en nuestro tiempo, en distintas latitudes, le interesan simplemente obsecuentes partidarios, gente que le aplauda y siga, cautivados en ocasiones por una imagen, en otras, por una oratoria febril y feliz.
El traficante de adicciones necesita gente incapaz de discernir, necesita víctimas dispuestas a consumir la redención ofrecida a través de estimulantes, químicos y/o cualquier otra arma que genere dependencia. El consumismo busca gente fácil de convencer para alcanzar notables cifras de venta, imponiendo modas, sugestionando para comprar lo innecesario e imponiendo los convenientes arquetipos de los que echa mano para cautivar.
El político más ideologizado quiere seguidores para imponer sus criterios y tendencias, aunque no los requiere analíticos, críticos, peor creativos, pues aquello le complica la gestión y le puede echar al traste su cántico de sirena.
Como vemos, parecería que en estos tiempos está prohibido educar porque a muchos les aterra el hombre que piensa, el
Procuremos entonces una nueva educación, una capaz de sacar lo mejor del ser humano’.
hombre que es capaz de ser distinto y diferente, el individuo pionero y creativo que busca otra alternativa y que no solo quiere seguir como uno más en el montón, como simple masa.
¿Será todo esto lo que explica por qué no se ha trabajado seriamente en educación?, pues con los millones invertidos aquí y allá, algo debiéramos haber evolucionado en el mundo y lamentablemente, es poco o nada, según los países, lo que podemos reclamar como avances y logros.
Procuremos entonces una nueva educación, una capaz de sacar lo mejor del ser humano para lanzarlo a la vida y ser protagonista.
Educar también es un acto de redención y recreación del ser humano.