Julio César Castillo, una plata con tono dorado
LAo que reflejaba el semblante de Julio César Castillo la noche del viernes pasado, luego de la final de boxeo de los 91 kilogramos, no era resignación, sino deportividad. Estaba sereno. Sabía que hizo bien las cosas, que peleó a la altura y que fue el ganador, aunque los jueces le dieron el título al cubano Erislandy Savón en el coliseo Miguel Grau del Callao, que abucheó la decisión.
Y es que se lo volvieron a hacer. Sucedió ya en los Juegos Bolivarianos de Santa Marta 2017, en los Sudamericanos de Cochabamba 2018 y ahora en los Panamericanos de Lima 2019. Pero ahí estaba Castillo, sereno, relajado, con una sonrisa, repitiendo que lo volverá a intentar cuantas veces sean necesarias. El boxeo da revanchas.
“Obvio que me quedo con las ganas del oro, yo creo que todos los deportistas trabajamos para eso; y aunque esta vez no se dio, estoy tranquilo porque puedo seguir entrenando... Con la bendición de Dios para que me dé salud, siempre el objetivo final va a ser asistir a los Juegos Olímpicos”, manifestó Castillo con una pasividad a ratos pasmosa.
4-5 fue la calificación final que el público que copó el recinto del Callao, en Lima, desaprobó. Para ellos, el nacido en Orellana, provincia de Napo, de 31 años, pegó más fuerte y mejor; tanto así que cuando Savón recibió la medalla de oro, gritaron y silbaron en señal de desacuerdo, algo que Castillo no permitió. El ecuatoriano levantó la mano y pidió que no lo hagan y más bien aplaudió al cubano.
“Esto ya me pasó y siempre lo asimilé, pasé la página. Quizás faltó un poco más de empuje, que creo que es en lo que debo de trabajar para que los jueces no tengan que decidir, sino que quede totalmente claro quién fue el ganador”, precisó el boxeador.
Castillo, quien fue bronce en El pugilista ecuatoriano Julio César Castillo mostró su destreza ante el cubano Erislandy Savón, aunque para los jueces el ganador fue el oponente del tricolor.
EL DETALLE Logros. El boxeador nacional sumó su segunda medalla de plata en la historia de los Panamericanos. También ha logrado bronce. El vicecampeón ecuatoriano de los Panamericanos está tranquilo, pese a la polémica decisión que le arrebató el título LA IMAGEN
2007 y plata en 2011, siempre se ha quedado a las puertas del oro. En Santa Marta 2017 y en los Suramericanos de Cochabamba 2018 perdió el título en polémicos fallos de los jueces a favor del colombiano Deivis Julio, a quien venció en su primer combate en Lima 2019 para avanzar a semifinales. Para pasar a la final se impuso al peruano José María Lúcar.
“El público vio otro resultado, estoy muy contento por eso, porque di lo que tenía que dar arriba. Sé que puedo hacer más por mis capacidades y mis condiciones. Tengo muchas competencias más y creo voy a estar muy bien para eso”, acotó el pugilista, quien confesó que al bajar del ring recibió la llamada de su hijo Julio, de ocho años, quien había visto la pelea y mostró con lágrimas la impotencia de ver a su padre con la plata. Para el pequeño, Castillo también fue el campeón.
Luego de Lima, el boxeador tiene previsto competir en el Mundial y el torneo Preolímpico, citas que le darán la tan ansiada clasificación a las Olimpiadas, a las que dijo seguro poder ir. “El tiempo de Dios es perfecto”, remató.