Velaron sus cuerpos a kilómetros de distancia
En Gualaceo despiden a las dos víctimas de un incendio, en Nueva York ❚ Una de ellas tenía previsto regresar al país y quedarse
EL DETALLE Causas. El siniestro ocurrió por una presunta falla en el sistema eléctrico del edificio. Ambos murieron por inhalación de humo, según el New York Post. CAPILLA ARDIENTE
Dos cirios encendidos a los costados de una Biblia y cerca de dos fotografías colocadas sobre una mesa, simbolizaron la despedida a George Ortega de 50 años y su sobrino Carlos Gómez, de 30.
Ambos nacieron en el cantón Gualaceo, pero vivían en los Estados Unidos, donde fallecieron el lunes 29 de julio, en un incendio que se produjo en el quinto piso de un edificio de la avenida Elmhurst, en Queens, Nueva York. Ahí residían desde hace 15 años, con el resto de la familia. Una tercera persona resultó herida.
La Biblia estaba abierta en un capítulo que citaba la resurrección en Cristo. “Somos católicos y creyentes”, asentó Carlos Ortega al momento de encender los cirios. Uno de ellos tenía la imagen del Señor de la Misericordia; y el segundo la Santa Faz.
Carlos es hermano mayor de George y tío de Gómez, único pariente de la familia, en el cantón azuayo. Sus otros cuatro hermanos residen en EE.UU. Desde el pasado jueves levantó una capilla ardiente, en una habitación de la segunda planta de una vivienda situada frente al mercado 25 de Junio, del centro de Gualaceo, para recibir a amigos y conocidos de la familia, y despedir con oraciones a sus parientes.
Mientras acariciaba a un perro de color chocolate, el hombre murmuraba que era el recuerdo de su hermano, y que hace unos tres meses lo había traído con la intención de regresar definitivamente a su tierra natal. “Quien puede comprender el dolor que siente al perder a un ser querido. Más cuando serán sepultados este sábado (ayer) en los Estados Unidos”.
George y Carlos tenían muchos sueños, aseguró. Se fueron con la ilusión de trabajar y mejorar sus condiciones económicas, añadió María Aguilar Bonilla, pariente de las víctimas. Fue la única en llegar la tarde del viernes donde se levantó la capilla.
George era soltero y dejó su oficio como chofer de uno de los buses de una cooperativa de transporte de acá, contó la mujer, mientras acomodaba tres arreglos florales antes de partir a la iglesia Matriz de Gualaceo, donde se ofició una misa en memoria de los ecuatorianos, a la misma hora en que se realizaba el funeral, en Queens.