“A Guayaquil le urge un inventario de sus árboles”
A las 08:00 de ayer, se cayó uno en la avenida Carlos Julio Arosemena
La caída de un árbol sobre la avenida Carlos Julio Arosemena puso ayer en evidencia el hecho de que a la ciudad le urge que sus especies sean monitoreadas.
“Guayaquil no se ha tomado la molestia de hacer un inventario, por ejemplo, de sus árboles patrimoniales, endémicos o que hay que cuidar porque están en riesgo. En Guayaquil no valoramos que sean parte de nosotros”, sentenció Mariuxi Ávila, miembro fundador del colectivo Cerros Vivos, al hacer hincapié en que acciones de este tipo son las que precisamente evitarán que situaciones similares ocurran.
Ayer alrededor de las 08:00 un árbol de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil (UCSG), ubicado cerca del parterre, se cayó llevándose consigo tres postes. A consecuencia de ello, la energía eléctrica quedó suspendida por alrededor de dos horas (hasta que los postes fueron reemplazados) y asimismo el congestionamiento vehicular se lo sintió hasta la avenida
del Bombero.
“Si aquí todos, empezando por la Municipalidad, trabajaran por priorizar estos pulmones naturales que tenemos, todo sería diferente. Bogotá (Colombia) y México DF (México) lo hacen y miren lo bien que les va”, precisó el arquitecto Alamiro González, uno de los conductores que permanecieron atascados en el sitio por alrededor de 45 minutos, que fue el tiempo que los técnicos de la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL) demoraron en remover las estructuras.
Ávila, quien se refiere al tema pero analizando no solo este caso en particular sino los ocurridos antes, advierte que un inventario permitirá tomar las debidas precauciones en caso de que el árbol sea antiguo. “Con él podremos identificar su estado y saber si necesita de algún tipo de soporte para mantenerse”.
Sobre el porqué de esta caída, aún no existe ningún reporte oficial al respecto. Se barajan, eso sí, varias posibilidades. Que pudo haber caído por la inestabilidad del suelo, como argumenta el biólogo Xavier Cornejo; o por el peso de los árboles, según el rector de la UCSG, Mauro Toscanini, quien asegura que si bien las ramas fueron podadas en febrero por CNEL, faltó hacer la poda general del árbol.
“Nosotros hacemos inspecciones físicas permanentes, cortamos las ramas. Los monitoreamos”, agregó, coincidiendo con Ávila en la idea de que es necesario no solo que se los registre, sino que existan especialistas o tecnología capaz de hacerle una radiografía a las especies.
“En Estados Unidos les hacen una prueba para saber cómo están por dentro, incluidas sus raíces. Lastimosamente ese es un tema muy especializado que no creo que ningún municipio del país o de Latinoamérica lo tenga”, señaló.
A fin de conocer por qué aún no se ha realizado un inventario, EXPRESO solicitó una entrevista a Abel Pesantes, director de Áreas Verdes del Municipio de Guayaquil, quien no se refirió al tema y apenas a través de un correo electrónico se limitó a señalar que el árbol en mención (que según Cornejo no excede los 30 años de vida y parecería ser un tulipán africano) se encontraba dentro de los predios del campus universitario. Por lo que le correspondería a la institución el cuidado y mantenimiento.
“El personal de esta dirección actuó como apoyo ante la emergencia para despejar la vía”, dijo.
Para Amanda Cipriano, habitante de la ciudadela El Paraíso, resulta vital que no solo el Puerto Principal sino el país trabaje en iniciativas ambientales. “La Asamblea y el mismo presidente de la República deberían proponer ideas o normas para que el mantenimiento de las especies se regularice. Estamos acostumbrados a ver una palmera o cualquier gran árbol caer. O por el contrario, ver cómo los talan. Y nada de eso es justo. Nos hace falta educación. Nos hace falta ser ciudad”, acotó.
VOCES