E-mail: jorgedelgadoguzman31@gmail.com Juegos intercolegiales, un lujo; hoy abandonados
Cuando se anunciaba el inicio de los intercolegiales, el mundo estudiantil se movía a mil por hora. No solamente los alumnos iniciaban su preparación, sino que en la misma participaban profesores, directivos, y hasta los guardianes de los colegios, que se encargaban de mantener las canchas en óptimas condiciones.
En los colegios los entrenamientos eran de manera acelerada. Se participaba en fútbol, natación, vóley, baloncesto, atletismo, tenis de mesa, ajedrez, y se me escapa quizá alguna
otra disciplina.
El asunto no era solo varones, las damas entraban en las contiendas con el cariño y el amor, que siempre se le debe tener a los colegios en los cuales hemos iniciado, nuestra formación de la personalidad.
Era casi imposible olvidar las finales del fútbol, casi siempre entre Vicente Rocafuerte y Aguirre Abad, las cuales eran partidos preliminares a encuentros internacionales, que se jugaban en el estadio Capwell.
En básquetbol tenían a La Salle y Cristóbal Colón como protagonistas. En damas, el vóley entre el Dolores Baquerizo y la Asunción, llenaba nuestro pequeño y humilde, pero muy acogedor Coliseo Huancavilca.
Los colegios femeninos Guayaquil y Normal tenían en el baloncesto su mayor presencia deportiva.
En la actualidad, se realizaron modificaciones en el pénsum escolar donde ahora solo se enseña la materia de Educación Física, mas no se motiva un deporte específico. Si los chicos quieren dedicarse a una disciplina en particular, debe ser luego de las horas de clase y financiado por los padres de familia que, en muchas ocasiones y debido a situaciones económicas complicadas, no pueden asumir esa inversión.
Explicaría por qué los semilleros deportivos han perdido fuerza, ya que siempre fueron los colegios las principales canteras y cunas de deportistas de élite que representaron a nuestro país. Esto, sumado a federaciones estudiantiles, que cambiaron por federaciones provinciales y nacionales, que en el ejercicio fueron más difíciles de organizar.
Una interesante propuesta sería la de perfilar a jugadores según sus condiciones y predisposición hacia ciertas disciplinas y acompañarlos en las horas de Educación Física, pero, enfocarse en un deporte específico. Esto podría despertar a nuevos deportistas que pudiesen formarse en los intercolegiales. Jamás subestimar el poder del deporte para cambiar una vida y abrir oportunidades jamás antes pensadas para nuestros jóvenes, presente y futuro de nuestra patria.