El modelo centralista vuelve al argumentario político
El Código de la Salud es cuestionado en la Asamblea por ahondar en el enfoque estatista ❚ Parte de la oposición lo critica por perjudicial e ineficiente para el país
Otra vez el centralismo. Las críticas a este tipo de modelo de gestión han vuelto al argumentario político a propósito del trámite legislativo sobre el Código de la Salud. Sectores de oposición critican que el Gobierno haya insistido en mantenerlo en las propuestas de proyectos de ley y en decisiones. Consideran que se deben cambiar estas prácticas, aunque hay un criterio generalizado de que, para lograrlo, primero se debería reformar la Constitución.
Como ejemplo de normas que se siguen tramitando bajo este enfoque, según el coordinador del Partido Social Cristiano (PSC), Henry Cucalón, está el Código Orgánico de Salud (COS). Su bloque lo rechazará, precisamente, por considerarlo estatista, intervencionista, centralista y acaparador. “La autoridad sanitaria nacional hace de constructor de hospitales, entrega pastillas, contrata, construye, controla... Y ese modelo está totalmente fracasado. El COS es estatista y no han podido desmontarlo más allá de ciertos artículos”, aseveró.
También desde Suma: su coordinador Guillermo Celi recalca que “el Código de la Salud es centralista” y que para darse cuesta “solo se debe mirar lo que tienen en el texto sobre la distribución de los recursos para el sistema nacional de salud, en donde el ministerio es juez y parte”.
Para Celi, el centralismo ha hecho mucho daño al país, pues no solo se da en el área de la salud, sino en otros ámbitos, lo que complica el funcionamiento
y limita el trabajo de los Gobiernos Autónomos Descentralizados provinciales, municipales y parroquiales. “Es un modelo caduco que debe ser cambiado”, opinó.
Para el jefe de bancada de CREO, Luis Pachala, lo de erradicar el centralismo no es tarea fácil. Se debería reformar la Constitución, dice, ya que, a su criterio, es la Carta Magna la que pauta el centralismo y de ahí se traslada a las leyes.
“La Constitución, como tal, es centralista, es estatista, es presidencialista, por lo que todos los articulados deben estar de acuerdo con la Constitución. Para tener otro modelo se debería cambiar la Constitución”, insistió y añadió una receta: en algún momento el Ecuador debe tomar la decisión de cambiar la Carta Política dentro de los principios de libertad.
“Un ejemplo es el tema de precios, a nosotros no nos gusta tanta rigidez, sino que creemos que debe existir una banda de precios de medicamentos; o en el tema de servicios de salud, se debe dejar que ellos se regulen”, dijo.
“Es lamentable lo que estamos viviendo en el Ecuador, porque hoy tenemos el retorno a un modelo centralista, pero sobre todo concentrador”, manifestó el asambleísta Juan Cristóbal Lloret, de la Revolución Ciudadana (RC).
A su criterio, se implementó en años pasados un modelo desconcentrado de gestión que buscaba brindar a los ciudadanos la dotación de servicios en sus territorios, y estima que esto es lo que ahora se restringe en otros ámbitos como el presupuestario y el de gestión.
Desde su punto de vista, a futuro, este modelo terminará por recortar las direcciones distritales de las provincias en áreas sensibles como salud, educación y bienestar social, instrumentalizando esa medida a través de un recorte de personal.
Esto, señaló, obligará a que todos los procesos y servicios tengan que estar concentrados en el nivel central, ya sea para adquirir insumos, materiales, la dotación de servicios, o la atención a los ciudadanos. “Es el retorno al viejo país de los noventa”, sentenció el asambleísta.
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