Red narcodelictiva atentó contra jurista
La víctima no habría cumplido con lo ofrecido a detenidos por drogas
En silla de ruedas, así se moviliza Luis Fernando Silva Recalde, un ecuatoriano de 27 años a quien, pese a su condición física, se le atribuye el liderato de una organización narcodelictiva y la autoría intelectual del atentado al abogado Gilberto Raúl Llerena Guerrero, a quien habría mandado a matar por un presunto incumplimiento en lo ofrecido dentro de un proceso penal. Es la tesis oficial de la policía.
El sujeto fue detenido junto con otras seis personas; entre ellas, los autores materiales del hecho, durante
las acciones que desplegaron varias unidades investigativas de la Policía Nacional, en las provincias de Guayas, Santa Elena y Los Ríos.
Sin dar mayores detalles de la organización, el general Ramiro Ortega, comandante de la Zona 8, informó que de las primeras diligencias investigativas se determinó que el móvil del atentado “obedecería a un contrato de servicios profesionales que se realizó al doctor Llerena... en defensa presuntamente de una organización narcodelictiva que había sido detenida meses atrás, en posesión de una tonelada de cocaína”.
Junto con la ministra de Gobierno, María Paula Romo; la fiscal provincial Yanina Villagómez, entre otras autoridades policiales, Ortega detalló el trabajo policial que se desplegó tras conocerse el hecho, aproximadamente a las 07:10 del lunes, a la altura del viaducto que conecta el cantón Samborondón con Guayaquil. En el sitio, dos sujetos a bordo de una motocicleta dispararon por siete ocasiones al vehículo en el que se transportaba Llerena. Cinco de las balas impactaron en su cuerpo, por lo que fue llevado de urgencia hasta una clínica del norte del Puerto Principal, donde fue intervenido quirúrgicamente. Su estado es estable.
Además de los detenidos, la policía incautó 5.811 dólares, lo que sería el pago que recibieron Kenner Isaías y su hermano Francisco Javier Caicedo Quintero, presuntos autores materiales del intento de asesinato. También se confiscaron dos armas de fuego: una Colt 45 y una Glock 9 milímetros, una de ellas utilizada en el atentado. A ello se sumó la motocicleta en la que se desplazaron los presuntos criminales, dos vehículos y sustancias sujetas a fiscalización.