El baile del COS
Se anuncia que el proyecto del Código Orgánico de la Salud - COS, está a punto de ser votado por los integrantes de la Asamblea Nacional para una posterior promulgación. Carezco de una bola de cristal, pero veo muy difícil su aprobación.
La Asamblea Nacional es sin duda heterogénea, en atención al nivel intelectual, académico y político de sus integrantes, quienes adquirieron la calidad de asambleístas por azares del destino o logros electorales, pero muchos de los cuales carecen de las virtudes y potencialidades de un verdadero legislador.
Sería interesante conocer quiénes han analizado integralmente tan voluminoso proyecto, ya que da la impresión de que algunos se han orientado a revisar la parte que les conviene, al margen de su integralidad.
En los organismos de control del área de medicamentos se ha omitido la presencia de Solca y la Junta de Beneficencia de Guayaquil debido a sus personalidades institucionales muy definidas, en virtud de las cuales exigen cuanto necesitan, siendo sus pedimentos o críticas, molestas para quienes están en el ejercicio del poder.
Por otra parte, ciertos grupos legislativos están permanentemente realizando cambios sin informar sobre ellos a la totalidad de legisladores, tratando de lograr por falta de conocimiento y lectura, que se apruebe tal o cual cosa entre gallos y medianoche.
Una vez leído con absoluto detenimiento, considero que es uno los documentos más estatizantes que he tenido la oportunidad de analizar y que de ser aprobado en los términos en que ha sido redactado, atenta contra el buen vivir, la paz, la tranquilidad y el respeto que debe motivar un documento de esta naturaleza en el ámbito nacional.
Deben notar muchos legisladores, que pese a haber sido elegidos por el pueblo, ellos no lo representan, sino que están buscando cómo encontrar un adecuado acomodo para satisfacción de sus intereses sectarios, personales o partidistas. ¡Ojalá el Ecuador cuente alguna vez con patriotas y verdaderos legisladores para tener una Asamblea o un Congreso que merezca una aceptación y respeto universal!
Y sigo andando…