Cannabis = trabajo
Parece que al cannabis muchos le tienen miedo y no toman la decisión de despenalizar. Es un producto que tiene un gran éxito en más de diez países por su variabilidad y en Ecuador lo cuestionan sin ver todas las virtudes naturales y beneficios económicos. Ecuador es un país agrícola y se ha comprobado que la planta de marihuana tiene muchos usos amigables con el medioambiente. La planta femenina es la más deseada y por eso los agricultores prefieren las semillas feminizadas para el uso medicinal. La masculina no le gusta mucho a los agricultores, pero se logra fabricar textiles u otros productos a partir de la fibra de cáñamo. El cáñamo puede ser cultivado en 60 a 90 días. El cannabis de uso medicinal está siendo producido y distribuido en farmacias de Uruguay, Brasil, México, Canadá, EE. UU. y muchos países más. Las enfermedades como el Alzheimer, epilepsia, esclerosis múltiple, asma, cáncer y otras más se combaten con consumo de cannabis. Sabemos que los laboratorios no están contentos con la introducción de esta planta en el mercado porque su negocio está siendo golpeado económicamente. Otro obstáculo que
no nos deja avanzar. La Asamblea necesita mirar al futuro y no seguir con argumentos conservadores, retrasándonos cómo país y perdiendo competitividad. Hay muchas otras drogas que se consumen socialmente, fueron tabú en su tiempo y ahora son aceptadas, como el alcohol. Con reglas claras y un manejo transparente podemos crear un gran mercado para Ecuador con la siembra de cannabis, un cultivo transitorio; diversificamos nuestra producción y no dependemos solamente de monocultivos. Volquemos el desarrollo económico en la agricultura, volvamos a cultivar nuestras tierras, construyamos trabajo y oportunidades. Es una pena que el destino de un país esté en manos de personas que dependen de otras para decidir y no actúan por el bien del país sino por el de su círculo político. Hay prioridades y una es el empleo, para nacionales y extranjeros. Al abrir nuestras fronteras al éxodo venezolano el Gobierno debió estar preparado, pero esa no es la realidad. A falta de empleo se incrementa la violencia. Todos queremos al final del día ver a nuestra familia feliz. Ecuador, país de oportunidades, sí al cannabis.