Diario Expreso

Fiscalía: El ‘secuestro exprés’ aumenta

La Unidad de Flagrancia indica que cada vez se denuncian mas casos

- PVC

Con los cinco dólares que cobraría por una carrera que tomó, desde el centro hasta Ciudad Deportiva, en el norte de Guayaquil; Juan pensaba culminar la jornada del día y retornar a casa para descansar. Pero los planes que había hecho en su mente cambiaron abruptamen­te en el camino, aquella noche del 1 de agosto de 2019.

En el trayecto, uno de los pasajeros que recogió en la última vuelta lo apercolló, mientras que otro le advertía que no ponga resistenci­a porque lo mataría. Los individuos querían el automotor para hacer un ‘trabajito’. Con esa indicación, el taxista bajó la guardia. Los delincuent­es tomaron el control del vehículo y más adelante lanzaron al conductor maniatado,

sin zapatos, sin billetera, sin celular y sin lo que había ganado en el día.

En la semana, un promedio de cinco casos como el de Juan se denuncian en la Unidad de Flagrancia de Guayaquil, según señala el fiscal Wilson Álvarez. “Este tipo de delito, secuestro a personas (tipo exprés), está en crecimient­o. Cada vez se denuncian más casos”, asegura el funcionari­o.

De su experienci­a en el día a día, detalla que la mayoría de víctimas son taxistas (formales e informales), quienes en muchas ocasiones terminan con heridas en la cabeza y lesiones en el cuerpo, por los golpes o caídas.

En algunos casos, son abordados por mujeres, quienes pactan la carrera y, en determinad­o sector se embarcan otras personas de sexo masculino que se encargan de someter al conductor con armas blancas (cuchillo) o de fuego.

Luego de robarles sus pertenenci­as, que incluyen el automotor y objetos personales, los perjudicad­os son lanzados o abandonado­s en sectores como: Vergeles, la avenida Narcisa de Jesús o Terminal Terrestre, a la altura del Parque Samanes, la vía Perimetral o vía a la costa.

El funcionari­o menciona que, generalmen­te los delincuent­es quieren un vehículo para hacer un ‘trabajo’ (cometer otro delito), desmantela­rlo y venderlo en piezas o pedir una recompensa por él. El valor depende del tipo de carro.

“A veces, la víctima por su propia cuenta y riesgo procede a negociar con los extorsiona­dores a fin de recuperar su vehículo, en otros casos se ponen en contacto con la Fiscalía y la Policía...”, cuenta Álvarez.

Al final, la víctima lo que busca es recuperar sus bienes, especialme­nte el vehículo que en muchas ocasiones lo alquilan para tener un sustento económico en sus hogares.

El general Nelson Villegas Ubillús, comandante de la Policía Nacional, recomienda que cuando ocurran estos hechos lo denuncien enseguida a la policía para iniciar inmediatam­ente las investigac­iones y detener a los responsabl­es, quienes se podrían enfrentar a una pena de 5 a 26 años de cárcel.

“El secuestro en sí es cuando se priva de la libertad, se retenga, oculte, arrebate o traslade a lugar distinto a una o más personas, en contra de su voluntad”, según lo señala el artículo 161 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), que sanciona ese delito de 5 a 7 años de prisión, explica el fiscal de Flagrancia, Errol Elizalde.

En el secuestro extorsivo, la ley determina una mayor sanción por cuanto se vulneran dos bienes jurídicos protegidos que son: la libertad de la persona y la propiedad.

En este caso, el COIP establece de 10 a 13 años de cárcel. “Tiene mayor relevancia jurídica para la sanción por las circunstan­cias y los hechos, que son agravantes... mayor impacto para la sociedad y de mayor peligro...”, indica el funcionari­o. En caso de que el infractor incurra en alguna de las diez agravantes que determina el artículo 162 del COIP, se aplicará el máximo de la pena. El fiscal aclara que, si durante el secuestro muere la víctima, la sanción aumenta de 22 a 26 años de cárcel.

En la misma sección de los delitos contra la libertad personal también se incluye la simulación de secuestro que se sanciona de seis meses a dos años.

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