La protesta altera al sector público y al privado
Funcionarios públicos dejan sus oficinas antes de la hora de salida
Las actividades se desarrollaron con altibajos e intermitencias. Las entidades del sector público que funcionan en Quito arrancaron ayer sus labores con algo de normalidad, aunque esta fue desapareciendo a medida que pasaban las horas y aparecían brotes de protesta.
A los funcionarios del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) les tocó abandonar el edificio, ubicado en Santa Prisca, ya que este fue el sector donde se concentraron las primeras manifestaciones del día.
“Estaba muy difícil trabajar con el olor de los gases”, le dijo a EXPRESO uno de los funcionarios de la entidad, quien añadió que los protestantes aprovecharon una obra de reasfaltado que lleva adelante el Municipio de Quito para abastecerse de las piedras que fueron lanzadas a los policías.
También tuvo que cerrar sus puertas antes de lo previsto la Fiscalía de Pichincha, que está ubicada en el sector de La Mariscal, al norte de Quito. Una alerta de posibles saqueos en el sector hizo que entidades públicas y negocios privados tomen precauciones y dejen de atender al público.
En las zonas más alejadas del epicentro de la protesta, las actividades de los funcionarios públicos fueron más regulares, aunque su mayor preocupación era cómo se movilizarían al final de la jornada laboral, ante la falta de transporte público.
“Estamos trabajando con normalidad, pero existe un ambiente extraño desde la semana pasada”, comentó una funcionaria de la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria consultada por este Diario.
Quienes de plano decidieron dar asueto a sus trabajadores fueron las autoridades municipales, específicamente para la Administración Zonal Manuela Sáenz que se ubica en la Plaza de la Independencia, al frente del Palacio de Carondelet, que ayer permaneció resguardado con policías, militares y vallas de seguridad.
El Municipio informó ayer que las demás administraciones se mantendrán atendiendo con normalidad.