Guayaquil protesta dividido en el día de su independencia
Las marchas por el paro nacional contra los recortes chocan en el centro ❚ Al frente, la policía y los ciudadanos por la democracia
Carola Moreno tenía la cara roja. Los rezagos del gas lacrimógeno, que ahumaban el aire, la hacían toser. Cada vez que escuchaba una explosión, la duraneña se escondía tras las rejas de su tienda, ubicada en la entrada de Durán. A las 17:00 de ayer, ya sus ojos llorosos se habían acostumbrado al vaho grisáceo que despedía una pila de llantas quemadas.
Desde las 07:00 vio desfilar a decenas de policías y militares que formaron barreras en la entrada del Puente de la Unidad Nacional. “Por prevención”, según dijo Renán Peñaherrera, jefe de Estado Mayor de Infantería de Marina, que estaba a cargo de los más de 200 militares que poblaron el paso.
Un grupo de manifestantes contra las medidas económicas adoptadas por el Gobierno formó una ‘bomba de tiempo’ que se agrandaba bajo el puente de Durán. El primer ‘estallido’ fue cerca de las 09:00. Manifestantes y los más de 150 agentes policiales que controlaban su paso hacia Guayaquil se enfrentaron. Civiles con piedras vs. uniformados con gases lacrimógenos. Estos episodios se repitieron todo el día. Carola estaba aterrada.
Al otro lado del puente, en el centro de la ciudad, la icónica avenida Nueve de Octubre fue escenario de constantes enfrentamientos entre los manifestantes que reprochaban al Gobierno de Lenín Moreno por los recortes económicos y las fuerzas del orden. Había que mantener la normalidad, en previsión de la gran marcha convocada para media tarde por la democracia, a la que asistirían la alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, y su predecesor, Jaime Nebot.
Dos horas antes de que llegaran los ciudadanos al llamado para defender a Guayaquil “del desorden y el saqueo”, un contingente militar disipaba a manifestantes que se agruparon desde temprano en la avenida Nueve de Octubre.
Los uniformados lograron vaciar el bulevar de activistas. Ellos criticaban las medidas económicas tomadas por el presidente Moreno; algunos eran del MPD, otros de organizaciones PROLGBTI y algunos movimientos ciudadanos independientes. Andrea Crespo, una de los manifestantes, explicó a EXPRESO que estaban siendo reprimidos con gases lacrimógenos.
A la altura de la iglesia San Francisco, otro era el escenario. De parlantes gigantes se emitían canciones de reguetón y una tarima esperaba a los líderes de esta convocatoria.
Ciudadanos con camisetas blancas, como lo solicitó Viteri, arribaron desde las 13:30. Algunos comerciantes aprovechaban el clima político para expender banderas y cornetas. Aunque en su mayoría los locales estaban cerrados a esa hora en esta avenida principal, como ha ocurrido los últimos días.
Atrás quedó el miedo. Al son de la música, cientos de guayaquileños escucharon las palabras de arenga de los líderes socialcristianos el día de la conmemoración de la independencia de Guayaquil.
Algunos sostenían banderas de Guayaquil; otros, carteles llamando a la paz y la unidad. “Estamos hartos de tanta violencia, de los saqueos y protestas. Queremos trabajar. Solo un país que trabaja sale adelante”, indicó Karina Pérez, estudiante universitaria que acudió a la convocatoria junto a sus compañeros.
Desde los altoparlantes, personal municipal arengaba a los marchantes. “Queremos progresar, queremos desarrollo. ¡Este es el momento del diálogo! ¡Este es el momento del progreso! ¡No al paro! ¡Que viva Guayaquil!”.
Entre los vítores y aplausos era hasta sencillo olvidar que hacia los costados de la avenida Nueve de Octubre, cercados por filas de policías y militares, manifestantes se habían concentrado desde el mediodía para protestar contra las decisiones económicas tomadas por el Gobierno la semana pasada.
Las protestas se recrudecieron en diferentes momentos del día, en las zonas aledañas y junto al parque Centenario. Ahí, organizaciones de trabajadores, estudiantes y miembros de organizaciones indígenas mostraban su indignación gritando “¡Fuera Lenín, fuera!”.
Con banderas del Ecuador y carteles denunciando la derogatoria de los subsidios a la gasolina, estos pedían la renuncia del presidente de la República y sus ministros. “Son medidas que solo benefician a los que tienen dinero. A nosotros, los pobres, nos afecta y al Gobierno no le importa, no quiere escuchar la voz del pueblo”, recalcó Tony Torres, dirigente de la asociación Trabajadores Acereros del Guayas.
Pero del malestar, a la Nueve de Octubre no llegaba ni el ruido. Mientras la protesta recrudecía, los marchantes vestidos de blanco continuaban llegando, gritando “¡Que viva Guayaquil!” a todo pulmón y esperando ansiosos la llegada de Cynthia Viteri y Jaime Nebot.
VOCES
ARNOLDO BAQUERIZO, quien estuvo presente en la convocatoria de la alcaldía
Pedimos paz. Lo que ha sucedido ha sido terrible. Que el Gobierno se haya venido a Guayaquil fue una gran solución. Queremos que la situación se solucione pacíficamente.
EDISON CEPEDA, manifestante en Guayaquil
No queremos ‘paquetazo’. No somos asesinos. Somos campesinos. Por nosotros comen. Estas medidas nos han hecho comer arroz con huevo todos los días. El pueblo es el afectado.
ANTONIO MALES, manifestante procedente de Otavalo
Estamos contra el ‘paquetazo’. Nos afecta en el transporte, en la comida, en todo lo que viene de la Sierra. Se va a volver muy caro. Lo que queremos es que se vaya Lenín Moreno.
CAMILA PÉREZ, quien estuvo presente en la convocatoria de la alcaldía
Estoy aquí porque quiero la paz. La violencia no nos lleva a ningún lado, tampoco crear el caos. Para sacar adelante el país debemos trabajar más, organizarnos y unirnos.
JOSÉ ROBLES, manifestante guayaquileño
Aquí estamos por raza, para que se largue el presidente que está causando un mal. Todo está caro, todo subió. A los millonarios no les afecta, pero a nosotros sí.