La capital tuvo una jornada de marchas con dos tonos distintos
En calles del centro histórico se registraron enfrentamientos
Las protestas en el centro histórico de Quito tuvieron la intensidad anunciada. Se registraron focos de enfrentamientos en las calles García Moreno, Manabí, Guayaquil, Olmedo y Benalcázar.
La primera alerta fue del sector indígena. Sus representantes aseguraron que irían hasta el Palacio de Gobierno. La policía y los militares prepararon barricadas para repeler el posible ataque de estos grupos.
Vallas metálicas, palos, letreros, tubos, latas, eran apilados y amarrados con alambres para formar las barreras y esperar a los manifestantes.
Cientos de policías antimotines, la policía montada, tanquetas y otros vehículos para dispersar protestas se prepararon durante toda la mañana.
Después de las 09:00 la tensión creció ante los anuncios de que la marcha indígena avanzaba hacia el centro de la ciudad. Las órdenes de los oficiales eran claras: “no caer en la provocación y hacer uso progresivo de la fuerza si son atacados”.
Antes de que los indígenas lleguen al centro, un grupo de manifestantes se enfrentó con los uniformados lanzando piedras y palos, y encendiendo llantas que chocaban contra las barreras que se levantaron. La policía respondió con abundante gas lacrimógeno.
Los manifestantes se dividieron en tres grupos. Uno se quedó en la calle Guayaquil, otro en la García Moreno y el otro en la Benalcázar, donde se mantuvieron durante toda la mañana.
Mientras esto ocurría en estos sectores, la marcha indígena tomaba otra dirección y se dirigía hacia la Plaza de Santo Domingo, evitando unirse con quienes estaban protestando.
Luego de su recorrido pacífico y con apoyo de la Policía Nacional, los representantes de los pueblos y nacionalidades indígenas regresaron por donde ingresaron hasta el parque El Arbolito.
Los enfrentamientos con los manifestantes se recrudecieron pasadas las 14:00. Los uniformados registraron más de 35 ciudadanos detenidos por vandalismo.