Ocho días de protestas dejan más de 766 detenidos y decenas de heridos
Ayer en la Plaza Grande hubo 35 detenidos. Cuatro son extranjeros
El paro nacional de las organizaciones indígenas, sociales y de trabajadores decae, al parecer. Al menos esa es la apreciación de la ministra del Interior, María Paula Romo, quien manifestó que la jornada de ayer, a cargo del sector indígena, fue pacífica.
Reconoció, sin embargo, que hubo focos de desmanes y destrucción de veredas de la ciudad a cargo de personas violentas que fueron reprimidas por la policía. Los ocho días de protesta dejaron hasta ayer más de 766 detenidos en todo el país. Solo en Quito este martes fueron aprehendidas 73 personas (55 hombres y 18 mujeres), que por seguridad fueron llevadas a las instalaciones del Grupo de Intervención y Rescate (GIR).
Ese hecho fue uno de los argumentos que llevó a la Fiscalía a no pedir que se califique su aprehensión e iniciar una investigación previa.
A los detenidos se suman más de 200 heridos, entre manifestantes, militares y policías. Solo entre los militares, hay 45 afectados por piedras, palos y otro tipo de agresiones que les causaron politraumatismos y otros daños.
Durante las manifestaciones del martes en los exteriores de la Asamblea, la policía requisó palos con puntas de acero, con clavos y otros objetos punzantes.
Ni los alimentos se libraron de ser utilizados como armas. Los gendarmes encontraron papas atravesadas con clavos que servirían para afectar los cascos de los caballos y los neumáticos de los vehículos policiales.
Pero los daños no solo se dirigen contra los uniformados y sus herramientas de trabajo.
El Sistema de Emergencias ECU-911 reportó que fue dañada la cámara de videovigilancia ubicada en el sector del parque El Arbolito, donde permanecen los indígenas. Las imágenes de vigilancia muestran a los manifestantes lanzando piedras hacia el aparato.
Luego las tomas muestran a tres ciudadanos que se acercan al poste en el que está instalada la cámara. Uno de ellos con su rostro cubierto se acerca, saca una piedra y la destruye.
Pero las protestas también dejaron militares retenidos. A los 56 que estuvieron casi tres días en la comunidad de Nizag, Alausí, provincia de Chimborazo, se suman casi medio centenar que fueron retenidos la noche del martes en el sector de Poaló, en Cotopaxi.
Ellos, hasta el cierre de esta edición, permanecían en la casa parroquial de Cochapamba. Su condición aparentemente es estable. Desde los sectores militar e indígena no se informó sobre el estado de los diálogos para su liberación. Ellos fueron retenidos cuando, en cumplimiento del estado de excepción, se dirigían a resguardar las instalaciones de la fábrica Explocem. Su desplazamiento causó inquietud entre los indígenas.
LA FRASE
Siguen algunos enfrentamientos violentos, con bombas molotov contra carros de los policías.
MARÍA PAULA ROMO, ministra de Gobierno