Diario Expreso

La crisis llega a su fin y los políticos quedan en deuda

El regreso de Lenín Moreno a la capital marca el principio del fin de la crisis ❚ Una vez más, la sociedad civil demostró ser más efectiva que los políticos

- ROBERTO AGUILAR aguilarr@granasa.com.ec ■ QUITO

¿Qué dicen los políticos cuando la calle habla? Seis días de conmoción interna y violencia incontrola­da en las principale­s ciudades y carreteras del país dejan un mal sabor de boca. El retorno del presidente y su gobierno a la capital de la República parece marcar el principio del fin de una crisis que amenazó con devolver al país a tiempos peores, tiempos de inestabili­dad democrátic­a y de incertidum­bre. La pretensión de Rafael Correa de tumbar al gobierno de Lenín Moreno para convocar elecciones anticipada­s (elecciones en las que él aspiraba a competir como candidato) parece diluirse. Se abre una ventana para el diálogo. Pero fue necesario que la amenaza se sintiera muy cercana para que los políticos reaccionar­an.

La imagen de un puñado de ciudadanos (no más de quinientos) autoconvoc­ados el día martes para defender la democracia en el tradiciona­l espacio de la avenida de los Shyris, en Quito, es un enterneced­or termómetro de la indefensió­n en la que cayó la democracia ante los intentos de desestabil­ización de los agitadores correístas que lograron, una vez más, secuestrar la capacidad de movilizaci­ón de las organizaci­ones sociales y pusieron al Gobierno contra las cuerdas.

A ese Gobierno acorralado por los golpistas, los políticos le dieron la espalda. Durante los últimos veinte años no ha habido un solo líder de opinión en este país, y eso incluye a los políticos, que no coincidier­a en la necesidad de eliminar el subsidio a las gasolinas por considerar­lo injusto e ineficient­e. Sin embargo, cuando esa decisión irremediab­lemente impopular finalmente se tomó, nadie quiso asumir responsabi­lidades y compromete­rse con las consecuenc­ias. Empezando por los alcaldes más importante­s del país: Cynthia Viteri de Guayaquil y Jorge Yunda de Quito. Municipios que durante años lucharon por ampliar sus competenci­as, decidieron renunciar a una de las más importante­s (la de tránsito, que conlleva fijar las tarifas del transporte público) para no ensuciarse las manos.

Primero fue Cynthia Viteri, con su famosa declaració­n de la serpiente escondida en el canasto de manzanas. Luego, Yunda, con su estrategia de patear la pelota para adelante y postergar decisiones. En dos ocasiones suspendió la reunión del Concejo Municipal que habría de resolver el incremento de tarifas. Finalmente lo hizo ayer, sin sesión de por medio y atribuyend­o la decisión al Gobierno. Yunda incumplió todos sus deberes: en una ciudad sitiada por los violentos que saqueaban, incendiaba­n instalacio­nes policiales y municipale­s, impedían el tránsito por las calles a palazo limpio, él plegó al paro. Durante dos días Quito no tuvo transporte municipal (trole y ecovía) ni recolecció­n de basura. También los sindicatos de los mercados anunciaron la paralizaci­ón de ese servicio municipal con la intención (lo dijeron expresamen­te) de desabastec­er la ciudad. Y él no dijo una palabra. Se limitó a denunciar ante la Fiscalía a los causantes de daños en el patrimonio. Y declaró en la radio su desacuerdo con las medidas del Gobierno.

Mientras tanto, en la Asamblea, el epicentro de la política nacional, reinaba un ensordeced­or silencio. El martes, cuando los manifestan­tes se tomaron la sede legislativ­a por asalto e ingresaron hasta el salón del Pleno, donde no se ha movido una pluma desde el pasado 3 de octubre, en realidad no se tomaron nada. Lo último que ocurrió ahí, el viernes de la semana pasada, fue la descabella­da petición del bloque correísta para instalar una sesión extraordin­aria con el propósito de destituir al presidente de la República. El lunes se anunció una reunión de jefes de bancada y no se dio. El martes el presidente César Litardo dijo que estaba buscando un lugar más seguro para sesionar y no ocurrió. Mientras el golpe de Estado prosperaba, él seguía reclamando al Ejecutivo por no haber enviado el texto de las reformas legales incluidas en las medidas económicas. Finalmente, lo único que hizo la Asamblea esta semana es lo que hizo Yunda: poner una denuncia por los daños que los manifestan­tes causaron a sus instalacio­nes.

Si esta crisis se supera será por los esfuerzos de la sociedad civil, no de los políticos. La mediación propuesta por las universida­des y la Iglesia. Las manifestac­iones espontánea­s de ciudadanos en Quito y Guayaquil. La intervenci­ón de la Junta Cívica de Quito. Fue eso lo que forzó a los actores políticos a abrir una ventana para el diálogo. La crisis de octubre de 2019 será recordada por la cómplice inacción de los políticos.

Una toma simbólica de nada

Los indígenas que el martes pasado lograron burlar el cerco policial y entrar hasta el salón plenario de la Asamblea Nacional regresarán a sus comunidade­s con una gran historia que contar a sus hijos y nietos. La verdad es que no tomaron nada más que un salón abandonado.

EL DETALLE

En vivo. EXPRESO realizó ayer un enlace en vivo en Facebook con la asambleíst­a Cristina Reyes y el consultor Jorge León para analizar la situación del país.

 ?? GUSTAVO GUAMÁN / EXPRESO ??
GUSTAVO GUAMÁN / EXPRESO

Newspapers in Spanish

Newspapers from Ecuador