Un cuencano revive los sonidos de la música andina
La bocina y el pingullo son unos de los instrumentos que utiliza
Los instrumentos musicales utilizados por los grupos kichwa hablantes mantienen en Cuenca una tradición que no muere, y que se fundamenta en el aprovechamiento de la naturaleza.
Son parte de la cultura andina, según el maestro musicólogo y realizador de los instrumentos, Adolfo Idrovo. A sus 64 años, conserva la habilidad para fabricar de este tipo de utensilios, fundamentada en la investigación personal y la improvisación con diferentes objetos para elaborar los trabajos.
Idrovo recalca que es importante mantener viva la época en que la música de los aborígenes se basaba en los sonidos del viento y del aire, con el uso de materiales naturales. Por ejemplo, para elaborar una bocina -trompeta indígena usada para anunciar la llegada de los chasquis-, se utilizan cachos de reses y caña guadua.
Este instrumento ha ido desapareciendo y es utilizado esporádicamente en ritos y ceremoniales de pocas zonas rurales de Cañar por ejemplo, durante los rituales del Inti Raymi (Fiesta del Sol), la Pachamama, Mama Negra, de sanación y otros.
La quipa es otro de los instrumentos que renace en las manos del experto. Es parecido a un caracol gigante. Al soplarla se consiguen sonidos agudos y gruesos, reseña Idrovo.
Los instrumentos principalmente elaborados son sonajeros de carrizo, guazá de caña guadúa, el doble pingullo, el pingullo, silbato pingullo, la bocina de churo, flauta travesera, la palla, rondadores, quena, silbatos de coco, entre otros.