Otra vez, ¿a lo mismo?
El país recién se está despertando de lo sucedido en los primeros días de octubre de este año. Si la democracia es lo que Claude Lefort señala, la “forma de sociedad en la que los hombres consienten vivir a prueba de incertidumbre”, ella ha salido severamente golpeada por estos acontecimientos.
Ha habido más que actos terroristas como los cometidos contra la Contraloría General del Estado, las instalaciones y periodistas de diario El Comercio y Teleamazonas, para citar los casos más relevantes.
Lo que se ha roto es precisamente ese pacto social que no permite vivir en la incertidumbre. Se puede vivir juntos porque se supone hay un orden que precisamente garantiza que, pese a las diferencias, es posible tener propósitos comunes, objetivos compartidos, fe en el otro. Eso es lo que se ha perdido.
Un sector de la población se ha levantado y ha impuesto hasta el momento su propia visión de lo que sucede en el país, las medidas a tomar y el destino de las nuevas generaciones.
Hizo falta la palabra de los ecologistas, preocupados con razón por la destrucción del medio ambiente, su protesta contra la destrucción irracional de árboles en las ciudades, las plantas de agua saboteadas o los litros de leche derramados.
Hizo falta el pronunciamiento claro y enfático de los defensores de derechos humanos en nombre de la libertad de aquellos que querían simplemente movilizarse o trabajar y ser protegidos de turbas incendiarias que atentaban contra su vida y sus pertenencias.
El miedo, más potente que cualquier certeza, dominó los sentimientos de las personas y por supuesto nubló la lucidez y la tolerancia. Tratar de justificar los hechos criminales como el intento de asesinato de Freddy Pesantes, periodista de Teleamazonas y muchos de sus colegas con el sonsonete gastado de la protesta contra los dictados del Fondo Monetario Internacional y los ataques a un gobierno represor, avergüenza por los argumentos y el encubrimiento que implica.
¿Quién responde de esta ruptura del pacto social y de las víctimas de estos terribles días en que vimos la peor cara del país?
Lo que se ha roto es precisamente ese pacto social que no permite vivir en la incertidumbre’.