En la sazón del encebollado se tejen miles de historias
Llegaron de El Empalme y Calceta a imponer su sabor en Mucho Lote 2 ❚ Sus locales nacieron y crecieron al ritmo del sector ❚ Cada uno tiene su estrategia
El fuerte aroma que emana la albacora al cocinarse en grandes ollas motivó y casi que enamoró a Ronald Flores.
Antes recorría diferentes sectores del norte de Guayaquil entregando chifles a los locales de venta de encebollado, producto que elaboraba artesanalmente. Es el complemento ideal para saborear el plato típico, y lo veía pedir por casi todos los comensales en las picanterías. Sin embargo, reconocía que cada plato de encebollado tenía un precio mayor al de una fundita de chifles. Fue entonces cuando decidió encargar la distribución de los chifles a su padre y dedicarse a la venta de encebollados.
Hace seis años, cuando tomó la decisión de dedicarse al negocio, no tenía un local, por lo que decidió trabajar desde su pequeña furgoneta. Así nació el hoy próspero negocio.
Se estacionaba en una vereda ubicada a la entrada el sector de Mucho Lote 2, puso sobre el carro un llamativo letrero que decía ‘El Agachadito’, sacaba una mesa plástica con dos bancos de madera alargados y tres enormes ollas donde conservaba el encebollado listo para servir a los clientes, que aparecían de todos los rincones del populoso sector.
Flores llegó a la urbe porteña desde El Empalme, con la idea poder establecerse de manera definitiva. Contaba con el apoyo de su esposa Miriam Arturo, quien se encargaba de atender a los comensales que llegaban a servirse el producto. Siempre se caracterizó, y piensa que es parte del secreto de su éxito, por servir buenas porciones de pescado, o como le dicen popularmente ‘buena troncha’, lo que inclinaba a los clientes a regresar.
Basado en el éxito que tenía, decidió buscar un local fijo donde pueda crecer con su negocio y atender de una manera más cómoda. Siendo el sector nuevo, pudo escoger la ubicación de una casa aún deshabitada, que la convertiría en su negocio y vivienda.
El pescado albacora, principal ingrediente de su menú, se lo llevan a diario directamente desde el mercado Caraguay.
Una suerte parecida corrió el local ‘El Manaba’, de Antonio Zambrano, quien llegó hace 25 años desde Calceta, Manabí, al Puerto Principal con la finalidad de emprender en el negocio de encebollados. Buscando suerte puso una carreta al sur de la ciudad, donde tuvo buena aceptación, no conforme puso cuatro sucursales en distintos sectores. Luego desistió de las sucursales al ver la gran aceptación que tuvo en Mucho Lote 2, prefiriendo así dedicar todo su esfuerzo en el nuevo sitio. Ambos locales tienen la particularidad de siempre tener largas colas de gente ávida por saciar su apetito mañanero, especialmente los sábados y domingos.
En el sector se han ido creando locales como la picantería ‘100 % Manaba’, otro de los emprendimientos similares en la zona, de propiedad de Joffre Alcívar, oriundo de Santa Ana, Manabí. También tiene su toque de sabor, para agradar al cliente y que regrese. “Al servir un plato, le agrego medio plato más y dos camaroncitos, de enganche”, dijo el cocinero, quien inicia su jornada desde las 03:00, cuando prepara los ingredientes para llevar todo listo a su local; se traslada todos los días desde Monte Sinaí al populoso sector.
EL DETALLE
Ingredientes. Un caldo a base de tomate y cebolla, más albacora, yuca y ají son los ingredientes principales para iniciar la elaboración del platillo.
El caldo que se come con pan
1.Gastronomía. Al ingresar al sector los fines de semana es común ver las largas colas de los asiduos comensales 2. Degustar. Una consistencia que concentra el sabor criollo. 3. Atención. Una de las meseras lleva el platillo directamente a las mesas de los impacientes clientes al tratarse de su primera comida del día.