PABLO REPETTO, SIN GUARDAR NADA
Liga se maneja en bloque bajo y con las líneas de pase muy juntas. Meter pelota entre interiores y laterales es complicado porque hay poco espacio en banda, existen muchas ayudas: llega el lateral para temporizar, el interior para cortar, el central y el cinco consiguen que el adversario no sea profundo. Reduce la zona útil del receptor para que no pueda recibir el balón. Tiene sincronizados sus movimientos.
Hay una estructura que acompaña. Estabilidad emocional para no sentirse amenazado cuando pierde la pelota. Marcan hasta los habilidosos. Están obligados hacer presión bien adelante. Un defensor debe participar en el circuito de elaboración y salida. No puede rebolear la pelota. Hay jugadores que tienen características muy particulares, es difícil sacarlos de su posición. Otros que se adaptan fácil porque son versátiles, tienen otras actitudes. José Quintero, de buena visión , sentido del tiempo, sabe cerrar y respaldar a Antonio Valencia para ordenar al equipo. Es propenso a jugar en mitad de la cancha. Orejuela, recuperador de gran técnica, resolución y conducción a lo que le suma esfuerzo. La escuadra de Pablo Repetto es un bloque compacto y corto. Los delanteros participan en la recuperación de balón y dependen mucho de lo que hagan los que están atrás. Por aquello Aguirre, Anderson y Ayoví presionan con confianza y van decididos porque están apoyados por un equipo. No es lo mismo ir a presionar y saber que tienes a los defensores a cuarenta metros de distancia. Ahí el atacante duda si va o no. La velocidad de Liga parte de los siguientes principios: recibir el balón en mejores condiciones para tocar en el menor tiempo posible. Un jugador tiene que saber la estrategia de su equipo (la obra global) y a qué juega él dentro de la escuadra (su interpretación en la obra). Sin tener claras estas dos referencias no existen orden ni equilibrio.
Pablo Repetto se muestra con claridad. Alejado de la palmada fácil del elogio sin sustento, autocrítico radical, apunta defectos. Nunca lejos de la realidad.