Rueda de opciones
Participé hace pocos días en un minuto cívico. Cursi y anticuado como suena, un gran liderazgo lo puede convertir en un momento especial, y no por la tonalidad de las notas del himno ni los colores de las banderas izadas.
Reniego siempre sobre la relación entre tópicos románticos, batallas tribales, identidad y nuestra violencia política actual. Pululan cuales mezquinas narrativas para distraernos de aquello que nos une para resolver nuestras diferencias. Narcisismo de las pequeñas diferencias, le decía con genialidad Freud.
Recordemos que los minutos cívicos nacieron para ensalzar los tópicos y valores románticos, o que los discursos identitarios más tristemente célebres de la historia se han proclamado en ese tipo de eventos. De allí la importancia de ensalzar las diferencias de una forma integradora, “líquida” en la nomenclatura de Shapiro, sin que la diferencia signifique exclusión.
¿Qué pasó en este minuto cívico que lo hizo memorable? Tal vez bastó que nuestro país estuviese atravesando días de crispación y desarraigo, quedando la negociación de nuestro futuro en un fuego cruzado de chichiguada.
Sencillo para un preescolar: ¿cómo solucionamos el conflicto? -Recuerden su rueda de opciones. Identifiquen sus opciones. Trabajen en su rueda de opciones, repitió, refiriéndose seguramente a alguna lección que habían recibido los alumnos bajo su rectoría, pero sabiendo que sus palabras van más allá del repaso escolar.
Sensacional: es esa la primera lección de negociación para la nueva generación. Reconocer que las opciones disponibles en lo inmediato son finitas, unas mejores que otras, pero que tenemos juntos un método para encontrarlas y ponernos de acuerdo sobre ellas.
Ojalá los adultos pudiéramos ponernos de acuerdo en nuestras ruedas de opciones. Y nos diéramos el tiempo de trabajar en ellas. Ojalá los políticos y sus partidos y movimientos, así como todas las instituciones, pudieran trabajar en sus genuinas ruedas de opciones. En un minuto cívico tal vez podríamos ponernos todos de acuerdo en las mejores opciones para nuestro futuro.
Sensacional: es esa la primera lección de negociación para la nueva generación’.