34 años de cárcel para un padrastro asesino
El menor fue golpeado por el conviviente de su madre hace un año ❚ La mujer era psicóloga de niños, pero nunca denunció
Lorena (nombre protegido) trabajaba como psicóloga educativa en un plantel de Daule. A propósito de esa labor, visitaba frecuentemente la Junta Cantonal de Protección de Derechos para denunciar casos de niños maltratados, una medida de seguridad que no aplicó con su hijo, Jesús, de 6 años, asesinado por su conviviente en noviembre de 2018.
El 12 de noviembre de 2018 Jesús llegó en brazos de su padrastro, Michael Mora Cantos, hasta una casa de salud de Daule; pero para entonces, el niño ya estaba muerto. Había fallecido hace hora y media, según los informes a los que tuvo acceso César Peña, fiscal que investigó el caso.
El pasado 28 de octubre, cuando faltaban 15 días para que se cumpla un año de ese deceso, Mora fue sentenciado a 34 años y ocho meses de prisión, por asesinato.
El infante tenía marcas de maltrato en su cuerpo y la autopsia reveló que la circunstancia del fallecimiento fue un shock hipovolémico, por lesión traumática de la región pectoral, que produjo como secuela un derrame del pericardio y taponamiento cardíaco. Además, Jesús tenía anemia.
Peña explicó que el testimonio de una tía, un tío y del abuelo materno, quienes fueron testigos de la agresión, más las versiones de la trabajadora social, el médico legista, agentes de la Dinased y la contradicción de la mamá del niño fueron contundentes para determinar la culpabilidad de Mora en el asesinato.
“Al final, ella (Lorena) lo delató. En primera instancia adujo que no vio el maltrato, pero entró en contradicciones, luego dijo que sí fue testigo del ‘sillazo’ que le dio en el cuerpo y de los golpes del hombre en contra de su hijo”, explicó el fiscal.
En el expediente de la Fiscalía Provincial del Guayas también consta el testimonio de una tía del niño. Allí detalla que su hermano (abuelo del pequeño) mantuvo una discusión
con el sentenciado porque maltrataba a su nieto.
Esta versión fue corroborada
por el padre de Lorena: “Él (Mora) maltrataba al niño, en una ocasión lo llevó a bañarse, hizo que se pusiera una y otra vez la ropa, lo retó, le pegó, lo tenía nervioso (...)”.
Durante la audiencia, los jueces cuestionaron el hecho de que Lorena, siendo psicóloga, haya callado el maltrato a su hijo. “Mora (el padrastro) confesó en primera instancia a los agentes de la Dinased que había castigado al niño porque no podía hacer la tarea, pero ya en el Tribunal se acogió al derecho del silencio, se puso a llorar y no declaró nada”, indicó el fiscal de Daule.
Días después del deceso de su pequeño, Lorena renunció a sus labores en el plantel y regresó a Rocafuerte, su tierra natal, así informaron a este Diario los abogados de la Junta Cantonal de Daule, Daysi Méndez y Javier Zambrano, quienes, además, ayudaron a los familiares y a las autoridades que investigaron el caso.
“Todo esto causó alarma social, ya que ella es psicóloga educativa y nos sorprende que no haya identificado la situación de riesgo que tenía su hijo. Su otro niño, de siete meses de edad, también presentaba laceraciones en sus partes íntimas. Hubo negligencia en el cuidado al pequeño, quien ahora está al cuidado de un familiar”, explicó Méndez.
Zambrano recuerda que durante el 2018, en siete ocasiones Lorena acudió a la entidad para denunciar casos de menores vulnerados. “Llegó por otros niños, pero no por sus hijos. Dejaba los informes de violencia hacia menores que se educaban en el plantel donde laboraba”, indicó.
A propósito de aquello, el fiscal Peña también solicitó al juez de Garantías Penales de Daule una audiencia de formulación de cargos por el delito de asesinato en contra de ella, “y en caso de ser hallada culpable pagará la misma pena del autor principal”, sostuvo.
El hecho de que el niño haya llegado muerto al hospital es también una pieza clave. Una cámara de videovigilancia captó el momento en que Lorena y su conviviente sacaban al menor en brazos de la casa donde vivían. “El niño ya tenía más de una hora muerto. Ella aducía que no escuchó los golpes de su hijo porque estaba planchando y viendo televisión con el niño pequeño, pero la autopsia y el testimonio de vecinos contradijeron esa versión”, reveló el funcionario.
Jesús tenía dos meses viviendo con su progenitora y su padrastro en Daule, luego de que su abuela falleciera. Los tíos no querían que viviera con ellos, porque habían visto agresiones por parte del padrastro.
“Fueron sus dos últimos meses de vida y estos se tornaron en una pesadilla, en una tortura para él. Vi el cadáver del menor y tenía marcas y moretones. Nada le devolverá la vida al niño, solo nos queda la tranquilidad de que se hizo justicia y el responsable de su muerte fue castigado con la ley”, concluye el fiscal.
EL DETALLE
Declaración. Cuando Michael Mora Cantos llegó al hospital con el niño muerto, le dijo al médico que “le había dado un mal golpe”.