México recibe a PABLO AGUADO
La revelación del toreo español llega por primera vez, con su cuadrilla, a Aguascalientes. Hay una gran expectación tras una temporada estelar en España
El bar Sevilla está a escasos 10 metros de la Plaza de Toros de San Marcos de Aguascalientes, un estado al centro de México. Desde las ocho de la mañana luce abarrotado. El principal tema de conversación no es la novillada, sino el cartel especial. La faena incluye el nombre de Pablo Aguado, quien a sus 27 años ya es considerado por casi todas las crónicas taurinas como ‘el nuevo rey de Sevilla’, una de las ciudades con más afición a los toros de España.
El 10 de mayo se consolidó en la plaza de La Maestranza, en la capital andaluza, la más famosa del país junto a Las Ventas, en Madrid. Hace un año era casi anónimo, ahora pisa por primera vez México y qué mejor lugar para comenzar que en la meca del toreo mexicano.
Asegura que torear allí es un sueño hecho realidad. “Era una de mis metas sin duda, uno de los pasos importantes de todo torero”, declara en entrevista con El País en Aguascalientes.
En especial, la capital hidrocálida es de las ciudades más taurinas del país, con una de las aficiones más pasionales de todo México. Por sus plazas han pasado las mejores figuras del toreo español y mexicano.
“Cuando uno piensa en las cuatro o cinco plazas en las que más ilusión le hace torear, sin duda está Aguascalientes”, explica el maestro sevillano.
Aguado confiesa ser un gran seguidor del toreo latinoamericano. Antes de partir con su cuadrilla hacia la Plaza Monumental, donde toreará y le espera la ceremonia de bienvenida por los hidrocálidos, recuerda a toreros mexicanos que le marcaron. Sin dudarlo y con una sonrisa nombra a Rodolfo
Rodríguez ‘El Pana’, figura del toreo que murió en 2016 en Guadalajara. El Brujo de Apizaco, como le apodaban, fue según muchos expertos taurinos uno de los ‘últimos románticos’ del toreo mexicano, que debería haber nacido ‘en otra época’. Un pequeño símil con Aguado, que con su toreo clásico y pausado recuerda a toreros de hace 40 años.
El matador sevillano está aparentemente tranquilo al no tener la presión habitual de La Maestranza o Las Ventas, donde siempre se espera mucho de él, aunque el torero es consciente de que se juega mucho en esta nueva etapa.
“Vengo con la satisfacción de la temporada española hecha aunque con cierta responsabilidad por cumplir las expectativas de aquí. Aunque parezca que estamos muy lejos, taurinamente estamos muy cerca, por lo que el respeto es el mismo”, zanja el joven.
El evento organizado para su llegada es por todo lo alto, solo digno de figuras ya consagradas del toreo, comentan sus invitados. Con un salón improvisado en medio de la Plaza Monumental, asistentes de todas las edades escuchan atentos al torero mientras toman chacinas y vinos servidos por el catering. Se suceden los videos de los mejores momentos del diestro sevillano en la pasada temporada.
Tras cerca de una hora de ceremonia, Aguado decide irse con su cuadrilla. “Mañana tenemos tentadero -pequeña plaza donde se practica con becerrosen Zacatecas, el jueves y el viernes estaremos en Juriquilla (Querétaro)”, se excusa.
Al matador le queda una semana dura por delante y decide volver a su hotel, el Gran Alameda, lugar habitual de hospedaje de toreros en Aguascalientes.
Felipe Ortega, de 30 años, es el único que queda en la plaza cuando finaliza la gala. Entre sorbos de vino tinto transmite su afición por el torero. “Ha llegado en un momento cumbre para Aguascalientes, la gente quiere ver cosas diferentes. Aguado me llena, me transmite el toreo de un chavito que quiere ser figura, y lo va a ser. No te miente, es un torero sincero, con mucha verdad. Estoy seguro de que será la primera de muchas”.
EL VÍNCULO
En Aguascalientes es difícil toparse con alguien que no haya tenido un vínculo a cualquier nivel con el toreo. Hay dos escuelas taurinas que son muy famosas en México.