Federer arrolla a Djokovic y está en SEMIFINALES
El suizo se mete a la penúltima fase del Torneo de Maestros y le permite a Nadal cerrar el año como #1.
El suizo Roger Federer se clasificó a las semifinales del Masters, tras derrotar ayer al serbio Novak Djokovic, cuya eliminación de la Copa de Maestros supone que el español Rafael Nadal se asegure acabar el año como número 1 del ranking mundial ATP.
Apoyándose en un servicio efectivo y concediendo una sola bola de ‘break’ en todo el partido, Federer se impuso por un contundente 6-4 y 6-3 para clasificarse a su 16ª semifinal de un Masters, torneo que ha ganado ya 6 veces (un récord).
Pese a sus 38 años, Federer dio una nueva lección de tenis en el O2 Arena de Londres, frente a un Djokovic impotente ante el juego de saque-volea del suizo.
Djokovic, al igual que Federer, estaba obligado a ganar para acompañar a Dominic Thiem a semifinales en el grupo ‘Björn Borg’, pese a la derrota de ayer del austriaco frente al italiano Matteo Berrettini, por 7-6 (7/3) y 6-2 en un partido intrascendente.
El suizo, además, pone fin con su victoria a una racha negra en sus enfrentamientos con Djokovic, al que no vencía desde hace casi cuatro años.
Nadie quiso perderse ayer este duelo, el segundo con mayores enfrentamientos en la historia del tenis, todavía favorable al serbio por 26-23, y 20.000 espectadores abarrotaron el O2 para presenciar el espectáculo. Y el público vibró desde el primer punto, jadeando descaradamente los tantos del suizo, sus saques directos y sus restos demoledores.
Federer lo tuvo claro desde el principio y optó por aplicar la ley del mínimo esfuerzo pero con contundencia. Con casi 40 años no le conviene desgastarse en intercambios demasiado largos que le agotan después. Dosifica sus acciones, arriesga en las subidas poniendo nerviosos a sus rivales, y machaca con un saque certero.
Djokovic pagó caro su falta de plan B. Se atrincheró en el fondo como acostumbra, y como el día contra Thiem terminó sin ideas.
El suizo se vengó así de su derrota ante Djokovic en la final de Wimbledon el 14 de julio. Allí perdió un título que tenía ganado cuando dispuso de dos oportunidades en la que se convirtió en la final más larga en la historia del torneo con cuatro horas y 57 minutos y que supuso el quinto Wimbledon de Djokovic y su 16º Grand Slam.