Un título opacado por fallas arbitrales
El mal arbitraje de Roddy Zambrano le impidió a Delfín lograr la hazaña, en la apasionante final de la Copa Ecuador
Liga de Quito se coronó como el primer campeón de la Copa Ecuador, pese a caer 3-1 ante Delfín, en un partido que se caracterizó por gruesos errores arbitrales.
Su planteamiento es muy calculador y en ocasiones hasta egoísta, pero las estadísticas ubican a Pablo Repetto como uno de los directores técnicos más exitosos en la historia de Liga de Quito. Ayer la fórmula le volvió a dar resultado, y pese a la derrota 3-1 sufrida ante Delfín en el estadio Jocay, el gol anotado en condición de visitante les permitió entrar a la historia como los primeros campeones de la Copa Ecuador.
Un sabor a injusticia quedó flotando en el ambiente, porque además del fútbol ultra defensivo que practicaron los universitarios, el árbitro Roddy Zambrano se convirtió en protagonista, al no sancionar dos claras faltas penaltis que pudieron haber cambiado la historia.
El primero se dio en el minuto 23, cuando una evidente mano del lateral Carlos Quintero dentro del área no fue castigada de la forma que correspondía. Sin embargo, lo peor estaba por venir.
Se jugaba el tercer minuto de adición, los cetáceos ya ganaban 3-1 y solo necesitaban un tanto para adueñarse de la corona, cuando a la salida de un tiro libre Antonio Valencia se prendió por algunos segundos de la camiseta de William Riveros, dentro de la zona de candela. El juez central tampoco dijo nada.
Los manabitas lo dejaron todo en la cancha, al punto que antes de cumplirse los tres minutos de juego ya estaban en ventaja, gracias a un remate de Sergio López, que golpeó en la pierna de Toño Valencia y dejó sin reacción al guardameta Adrián Gabbarini.
La tempranera ventaja estimuló a los cetáceos, que acorralaron a su rival, pero no tuvieron fortuna en el puntillazo final. Liga solo atinaba a defenderse, hasta con diez hombres, apostando a los tibios contragolpes de Rodrigo Aguirre.
Pero el fútbol no siempre es justo y antes de caer el telón de la primera etapa Aguirre hizo una jugada de sombra, permitiendo que el remate de Andrés Chicaiza doblegue la resistencia de Pedro Ortiz.
Ese tanto terminaría inclinando la balanza.
Era el escenario ideal para Liga, que cerró más sus líneas y cuando eso no fue suficiente, Repetto y su asistente comenzaron a jugar su propio partido, interrumpiendo a cada instante el partido y cortándole ritmo al rival. El técnico uruguayo utilizó todas las armas posibles para alcanzar su objetivo.
A momentos parecía que los locales bajaban los brazos, hasta que Carlos Garcés volvió a mostrar sus credenciales de goleador y líder.
Un doblete marcado en los minutos 74 y 90 hizo abrigar las esperanzas de la heroica remontada, pero la figura de Roddy Zambrano volvió a aparecer dejando sin sanción la falta de Toño Valencia.
No hubo tiempo para más. Liga celebró con sus seguidores, mientras los integrantes del Delfín masticaban su impotencia por lo sucedido, pero esta vez señalando a quienes consideraban culpables. “Los protagonistas de las finales fueron los árbitros”, dijo Robert Burbano, mientras que Pedro Perlaza no podía contener su llanto mientras imploraba “árbitros no le metan más la mano a esto. No queremos que nos ayuden pero tampoco que nos perjudiquen”.
La fiesta alba se vivió en el principal escenario de Manta. Liga no practicó el antifútbol, hizo lo suyo, pero en el aire quedó esa amarga sensación de un arbitraje que nuevamente decepcionó.
Nos robaron el partido, le pedimos a los árbitros que no nos perjudiquen, solo porque somos chicos. Hoy (ayer) nos robaron.
PEDRO PERLAZA, jugador de Delfín.
Este título está dedicado a esa gente que nos vino a apoyar desde Quito. Costó mucho, pero al final logramos sacar esto adelante.
PABLO REPETTO, entrenador de Liga de Quito.
Para Liga todas las copas son importantes y también para mí. Es el resultado de mucho trabajo en todo este tiempo.
ANTONIO VALENCIA,
jugador de Liga de Quito