Nada contiene el caos en las calles de Chile y Bolivia
Ni la salida de Morales, ni el anuncio en Santiago de una nueva Constitución paran las protestas ❚ Aumenta número de muertos
La convulsión en Bolivia no ha remitido con la renuncia de Evo Morales y la toma de posesión de un Gobierno interino. Tampoco en Chile, donde la madrugada del viernes el régimen y la oposición, en un acuerdo histórico, decidieron enterrar la Constitución redactada durante la dictadura de Augusto Pinochet.
Las calles de algunas ciudades en ambos países latinoamericanos siguen encendidas por protestas callejeras. Es más, en ambos casos, con más intensidad que en los días anteriores.
Una situación que como en el caso de Bolivia, el país amaneció con la noticia de que en la noche anterior dejaron al menos a cinco manifestantes muertos y más de 20 heridos en una localidad cercana a la ciudad de Cochabamba.
Se considera que esta última jornada ha sido la más dura desde que se registran las protestas tras las elecciones del 20 de octubre. Los choques con las fuerzas de seguridad y los militares se produjeron en medio de una gran movilización de cocaleros fieles al expresidente.
También en La Paz se registraron violentos disturbios. Estas últimas muertes podrían encender aún más el ambiente callejero en Bolivia.
Tal es el caso que la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, advirtió ayer sobre el rumbo que han tomado las protestas en el país andino, tras estas muertes, aparentemente a causa de la actuación de las fuerzas de seguridad.
“Tenemos información de que al menos 17 personas han fallecido en el contexto de las protestas, incluidas 14 solo en los últimos seis días”, señala Bachelet en un comunicado emitido por su oficina en Ginebra. Añade que mientras las primeras muertes se produjeron como resultado de enfrentamientos violentos entre manifestantes rivales, las más recientes “parecen derivar de un uso innecesario o desproporcionado de la fuerza por parte de personal policial o militar”.
En cuanto a Chile, cuando se cumplen cuatro semanas del estallido social, los santiaguinos volvieron a copar el centro, impasibles ante el acuerdo por una nueva Constitución alcanzado por el Gobierno y la oposición, que sí logró una respuesta optimista en el mercado cambiario y en la bolsa.
Pese a que a primera hora de la tarde la Plaza Italia de la capital, habitual punto de encuentro de las concentraciones, estaba desolada y todo parecía indicar que el acuerdo alcanzado en la madrugada por los parlamentarios desactivaría las protestas, decenas de miles de ciudadanos acabaron llegando al lugar.
La movilización transcurrió en un ambiente mayormente pacífico y festivo, con cánticos, música y bailes, y solo al comienzo hubo algunos conatos de enfrentamientos con la policía, fue en esos momentos que un joven, de 29 años, participaba en una concentración en la Plaza Italia, epicentro de las protestas, sufrió un paro cardíaco y fue asistido in situ por personal del Servicio de Atención Metropolitano (SAMU) y trasladado a un hospital cercano, donde dejó de existir.
Con él, el número de fallecidos durante el estallido social ascendió a 23, en casi un mes de estallido social.
EL DETALLE
Un asunto de derechos. Se denuncian 345 querellas contra policías o militares, 5 por homicidio calificado; mientras que 245 corresponden a torturas.