Portoviejo recibe a su tercer arzobispo
Eduardo Castillo tomó posesión de la catedral y saludó a feligreses
Con calles de honor, ofrendas, cánticos y una recepción especial fue recibido el sábado, el tercer arzobispo en la historia de Portoviejo: Monseñor Eduardo José Castillo Pino.
Lo antecedieron Mario Ruiz y Lorenzo Voltolini. Este último renunció hace un año para ir al Monasterio, dejando la sede de la Arquidiócesis vacante.
Centenares de feligreses del Movimiento Juan XXIII de toda la provincia acompañaron a quien se desempeñaba como administrador apostólico.
Con la apertura de las puertas de la iglesia catedral de Portoviejo, Castillo de forma simbólica tomó posesión de la sede religiosa. Por diez minutos se acuclilló ante el Santísimo y luego oró en latín.
En procesión recorrieron las principales calles de la ciudad con dirección hasta la iglesia de La Merced. Allí lo esperaban más feligreses. Luego se desarrolló una eucaristía, recepción y la toma de posesión canónica.
Andrés Carrascosa, nuncio apostólico en Ecuador y representante del papa, presentó a
Castillo como el nuevo arzobispo. Asimismo, le entregó el báculo, como signo de la misión de buen pastor y la labor que desempeñará.
Tras su posesión se dirigió a la asamblea y pronunció su juramento de fidelidad. En su discurso invitó a la ciudadanía a mantenerse unidos y a qué lo acompañen permanentemente en su labor pastoral.
El padre Vicente Saeteros, vicario general de la Arquidiócesis, calificó el acontecimiento histórico y eclesial como “muy importante”.
La imagen de la Virgen La Dolorosa en la que se evidenció su milagro en 1906 estuvo presente en la iglesia, custodiada por estudiantes. Este cuadro solo se puede observar en actos muy importantes.
Castillo nació en Guayaquil el 21 de marzo de 1970, realizó sus estudios primarios y secundarios en el colegio Javier de los padres jesuitas. Estudió Filosofía y Teología en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz en Roma. Recibió la ordenación sacerdotal en 1994 y se incardinó en la Arquidiócesis de Guayaquil. En Manabí llegó con su misión en 2012, cuando fue designado obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Portoviejo.