Quito, enfiestado y diverso
Los festejos se concentran en el casco urbano ❚ La oferta turística y gastronómica se extiende a las 33 parroquias rurales ❚ Lugares que los quiteños deben conocer
Las celebraciones por la Fundación de Quito nacieron con los quiteños organizados en cada sector, hoy se pretende que las fiestas vuelvan a los barrios.
Las serenatas, los juegos tradicionales, campeonatos de cuarenta y las orquestas en plena calle eran la tónica de antaño. La vuelta a ellas fue confirmada por el alcalde.
“Ser quiteño es ser parte de la historia de una ciudad rebelde. Es una persona con sentido del humor muy fino, la sal quiteña que le llaman”, dijo Jorge Yunda, alcalde de la capital, en entrevista con este medio. Sin embargo, a su parecer, el quiteño ya tiene otra connotación que inmiscuye a la migración. “La mayoría ya somos chagras, venidos de otras provincias o somos hijos de los chagras”, explicó.
Esto resignifica la identidad y la variedad de las representaciones culturales que se extienden a lo largo del Quito urbano y el rural, que conviven, pero que no se mezclan.
En este sentido se retomó la tradicional encendida de la chamiza el viernes pasado, allí un grupo de chasquis llevó antorchas de fuego hasta sus barrios, como un acto simbólico de llevar las celebraciones a sus calles.
Estefanía Barreno, reina de San Francisco de Quito, afirmó que es importante mantener las tradiciones vivas. “Primero debemos saber de dónde venimos, conocernos a nosotros mismos, solo así podemos poner en prioridad lo nuestro”, reiteró. “En Quito todos tenemos genes afros, indígenas, europeos, algo que no se puede negar y enriquece muestra cultura”, expresó. Las 33 parroquias rurales se harán presentes en las festividades con ferias gastronómicas y de emprendimientos. Sin embargo, la ciudad tiene más que ofrecer a decir de Roberto Carpio, director de Turismo de la Prefectura de Pichincha. “El quiteño debe ser el primero en conocer lo que tiene alrededor”, dijo.
La provincia de Pichincha concentra el 35 % del flujo turístico de todo el país. Por ejemplo, en las parroquias del noroccidente de Quito existe una identidad campesina que se refleja en la oferta agrícola y gastronómica. Según el funcionario, en Perucho prima la producción de mandarina y la oferta turística.
Para Jorge Yunda, no es necesario unir lo rural con lo urbano porque son realidades diferentes. “Hay que repotenciar estas parroquias porque tienen sus identidades propias”, explicó. La puerta de entrada de las parroquias del noroccidente es la Mitad del Mundo.
Allí se erige una especie de ciudadela que presenta además de la historia ecuatoriana, un
planetario en el que los visitantes pueden aprender algo más de astronomía, así como la llegada de la Misión Geodésica, que con sus mediciones determinó que este territorio se asienta en el paralelo 0.
Este por ejemplo es uno de los lugares favoritos de Estefanía Barreno, además de El Panecillo y el Centro Histórico.
La Reserva del Chocó Andino, con una extensión de más de 286 mil hectáreas, acoge al 78,4 % del total de especies vegetales del Ecuador, el 2,5 % es flora endémica, de la cual 76 tipos están en la lista de especies en peligro de extinción. Quito comparte esta reserva con San Miguel de los Bancos y Pedro Vicente Maldonado.
Este además es territorio de los Yumbos, etnia ancestral importante en la historia quiteña, con 320 sitios arqueológicos.
EL DETALLE
Templos. Existen rutas que contemplan el recorrido a las iglesias de El Quinche, Guápulo. Puéllaro, Atahualpa, Chavezpamba, San
José de Minas y Perucho.