Los acribillaron y luego se les llevaron las orejas
Tres hombres fueron invitados a una fiesta y en el camino los matan
El festejo al que invitaron a César Augusto Torres Bea, Francisco Raúl y Nelson Francisco Macías Cáliz jamás se iba a dar. Solo habría sido una treta para que ellos acudieran a un sitio para matarlos. Sucedió en el recinto Piedra Grande de la vía Ventanas-echeandía, en la provincia de Bolívar.
La mañana del pasado domingo, los tres parientes viajaron desde la parroquia San Juan, cantón Puebloviejo (Los Ríos), en un vehículo Fiat negro rumbo al recinto Naranjo Agrio, del cantón Echeandía. Allí les dijeron que se realizaría una celebración.
En el trayecto, desconocidos a bordo de motocicletas los alcanzaron justo antes de atravesar el puente de hormigón, cerca a la escuela Canadá de Piedra Grande, y empezaron a dispararles.
El primero en ser impactado por las balas fue Nelson Macías Cáliz, quien iba en el asiento del copiloto. Mientras que Raúl Macías Cáliz y César Torres Bea se bajaron rápidamente del vehículo para salvar sus vidas, pero fueron abatidos a unos 150 metros de donde quedó su carro.
El triple homicidio se habría registrado a las 11:30 del domingo y dos horas más tarde agentes de la Dinased arribaron hasta el lugar para recolectar indicios y tomar versiones de posibles testigos en esa zona casi despoblada.
El jefe de la Dinased en la Zona 5, Tnte Crnel. Marco Proaño, dijo que mediante trabajos técnicos se logró dar con la persona que aparentemente citó a las víctimas al supuesto festejo que iba a darse en su vivienda. Se trata de alias Loco Borja, quien fue aprehendido en su domicilio horas después del hecho sangriento.
Un ajuste de cuentas es una de las hipótesis que los agentes policiales manejan.
El jefe de la Policía del circuito Echeandía, Víctor Carrillo, indicó que además a los hermanos Macías les cortaron una oreja a cada uno. A Nelson la derecha y a Francisco la izquierda. Sin embargo, ambas orejas no fueron halladas en el lugar del crimen.
EL DETALLE
Encomienda. Se presume que a las víctimas, sus asesinos les cortaron las orejas para presentarlas como prueba de su muerte.