Ataques a agentes, un problema de doble vía
Expertos: falta educación ciudadana y capacitación a los agentes.
Arrollamientos, insultos, golpes y hasta el lanzamiento de objetos cortopunzantes son algunas de las agresiones que han sufrido agentes civiles de tránsito durante el desempeño de su labor.
En 2016 se registraron 6 casos y al año siguiente 7. Siempre al alza, en lo que va de 2019, 42 uniformados han sido víctimas de la actuación de usuarios inconformes por sanciones o llamado de atención. De esos casos, 38 fueron sentenciados por la vía legal, 2 desechados y 2 están en proceso de investigación.
El último hecho aconteció el miércoles en el norte de la ciudad, cuando un agente de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) casi pierde una oreja por el impacto de una gata hidráulica que le lanzó un conductor, de quien se desconoce su paradero.
Homero Ramírez, exdirector de la Escuela de Sociología de la Universidad de Guayaquil, considera que hay varios factores que motivan la falta de respeto a la autoridad, algo que a su criterio empieza desde la transición de la competencia.
“La ATM asumió la gestión de la CTG (Comisión de Tránsito del Guayas), que no era vista con buenos ojos por muchos ciudadanos, por las coimas, y que incluso consideran que hasta ahora no hay el cambio esperado. A ello se suma que la actual entidad tiene en su filas gente muy joven”, dice.
Pero ¿cómo ganar el prestigio?, Ramírez considera que la ATM deberá cumplir con un proceso que debe empezar en las aulas y los barrios. “Ese trabajo debe incluir que los agentes sean honestos y tolerantes en cierta manera”, expresa.
El psicólogo y catedrático de la Universidad Católica, Samuel Merlano cree que falta más capacitación de los agentes en relaciones humanas, manejo de conflictos, perfil psicológico de las personas y comunicación afectiva.
El abogado y comunicador Steven Reyes recuerda que el rol del agente de tránsito es hacer cumplir la ley en las calles y solicitar documentos a los conductores; incluso aprehender a un delincuente y luego entregarlo a la Policía Nacional.
Pero acota que, en el caso del miércoles, debería revisarse el procedimiento de ambas partes, “sin que ello justifique la agresión con objeto contundente por parte del usuario”.
Por lo pronto, Andrés Roche, gerente de la ATM, anunció ayer que estaba previsto elevar al Sistema de Contratación Pública (Sercop) el proceso de adquisición del equipamiento que permita a los agentes defenderse de las agresiones.
Lo solicitado por la ATM
comprende 100 trajes antimotines que incluyen: casco, cinturón, guantes, escudo, tolete, portatolete, máscara antigás y filtro para cámara antigás. Además de 900 bastones eléctricos y 900 envases con seguro de gas pimienta.
Roche no descartó la adquisición de pistolas con descargas eléctricas. Aunque se trata de un arma no letal, María Paula Romo, la ministra de Gobierno, indicó que solicitará una reunión con el funcionario para analizar la implementación de ese armamento.
Merlano, quien además es coach empresarial, considera que el uso de armas no letales, como las de descarga eléctrica, deben ser el último recurso para el uniformado. “Más bien debe pensarse en mecanismos de defensa”, remarca.