200 años de vida independiente
Se nos viene encima el año del bicentenario de la Independencia. La planificación de su festejo está hecha desde hace algún tiempo. No hay una obra como la columna de los Próceres de Octubre, que se construyó con motivo del primer centenario, pero está preparada una buena agenda conmemorativa.
A mi entender, una de las mejores acciones destinadas a ese propósito será darle a la ciudad y su región una adecuada planificación pensada hacia el 2050. Insisto en la ciudad y su región puesto que limitarse a lo urbano, sin asumir el entorno, sería una visión estrecha e irreal. Guayaquil es la ciudad y su región y su región es la cuenca del Guayas, ese es el límite arcifinio, ‘sine qua non’, a considerar.
En ese ámbito hay que colocar, cuando se intenta organizar el futuro y con esa manera de entenderlo, al gran río Guayas, “el patriarca barbudo” de Wenceslao Pareja, como el eje de dicho desarrollo territorial.
La ría, que es tal por estar sometida a mareas, es clave del desarrollo agropecuario industrial que se propone. Clave también para actividades turísticas. Vía de comunicación igualmente. Saca a la urbe huancavilca hacia el mar pero también permite entrar tierra adentro, tal cual ocurría en un pasado no tan remoto. Mecanismo para evitar, o regular, la posibilidad de inundaciones, si el propuesto puente sur es a la vez un dique.
Guayaquil, en el diseño de su infraestructura fundamental debe volver a ser pensada teniendo en cuenta su antiguo rol de capital montuvia, revestida de los requerimientos de una nueva era en la cual, a toda su producción agropecuaria, incrementada con los recursos
Los días que vienen son propicios para reflexionar sobre el futuro de Guayaquil y su región’.
de los que ahora se dispone, se le ponga valor agregado industrial y toda la innovación de que seamos capaces.
Entonces estará garantizada la actual inversión en puerto y aeropuerto y también su porvenir de capital agropecuaria industrial del Ecuador y del Pacífico.
Por supuesto, todo ello será posible manteniendo la herencia histórica de pueblo libérrimo y trabajador, honrado y digno, con siempre renovado afán de progreso, que hace del diseño de su destino la gran tarea del mañana.