París 2024, el sueño olímpico de Andy
El deportista de Santo Domingo de los Tsáchilas es una de las nuevas figuras de la halterofilia, uno de los deportes que más glorias le ha dado a Ecuador
En 2015, cuando Andy Chávez apenas tenía 13 años y, al igual que la mayoría de los niños ecuatorianos corría atrás de una pelota, un amigo de su padre le propuso incursionar en un campo que para él era desconocido, el levantamiento de pesas. Al principio la idea no le agradó. Los “mitos” que rodean a esa disciplina le hacían pensar que lo suyo era el fútbol, pero luego de analizarlo junto a su familia probó suerte. La decisión fue la correcta, porque hoy es uno de los más destacados exponentes de la halterofilia en el país.
Un tope en el coliseo de su natal Santo Domingo, ante la selección de Los Ríos, y los Juegos Escolares realizados en Guayaquil, terminaron de consolidar su idilio con el deporte de los fortachones.
Con apenas 1,70 m de estatura, comenzó a imponer marcas y en 2016 ya formaba parte de la selección ecuatoriana, aún en la división de los 56 kilos.
Fue campeón nacional y sudamericano, destacándose como el mejor prejuvenil. Luego subió a la categoría 62 kilos, donde mantuvo su nivel. Este año, en los 61 kilos, ganó la medalla de bronce en el Campeonato Mundial realizado en Las Vegas, Estados Unidos, vicecampeón panamericano en Guayaquil y campeón sudamericano en Buenos Aires, Argentina. Su crecimiento ha sido exponencial, por lo que no sorprende que ya esté en el Programa de Alto Rendimiento, en uno de sus escalones iniciales.
“No me equivoqué, esto era lo mío. No niego que al principio tuve muchas dudas, pero al conocer el levantamiento de pesas desde adentro, entendí que esta es una verdadera familia, que todos luchan por el bienestar colectivo, esa es una de las claves de las constantes victorias que este deporte le da al país”, afirma Andy.
Su sueño es participar en los Juegos Olímpicos de París 2024, a los cuales llegaría con 21 años de edad y con la madurez que le permita seguir la huella de referentes como Alexandra Escobar, Seledina Nieve y David Arroyo.
“Ellos han dejado una vara muy alta, que los integrantes de esta nueva generación están obligados a mantener. Alexandra y David siguen compitiendo y son ellos quienes nos trasladan sus conocimientos necesarios para participar en una actividad muy competitiva, que tiene en Europa y Asia rivales difíciles, pero no imposible de doblegar”, acota.
Por ahora la vida de Andy se divide entre los estudios (este año se gradúa en el colegio) y el deporte que un día vio con algo de recelo y hoy lo ha catapultado a posiciones estelares en un país donde la halterofilia es una especie de mina sin explotar.
EL DETALLE
Calendario. El nacional realizado en el coliseo de Halterofilia del COE sirvió para cerrar la temporada de competencias.