Diario Expreso

Una Cuna de Vida para niños de 0 a 6 meses se abre en Santo Domingo.

Dos religiosas polacas presentaro­n en el país una cuna, con un complejo sistema electrónic­o, para acoger a bebés cuyos padres los quieren abandonar.

- EMERSON RUBIO rubioe@granasa.com.ec ■ SANTO DOMINGO

Empieza así: un bebé sonrosado, un ser humano de dos o tres kilos. Un cerebro virgen de dudas y mala conciencia. De cuello frágil, manos empuñadas y pies regordetes. Un lienzo blanco donde mamá y papá pueden pintar… Entonces, a veces, sigue así: un bebé pálido, con sed de leche. Expuesto al frío, deshidrata­do bajo el sol. Envuelto en una funda de basura o encerrado en un cartón marrón. Solo. Abandonado.

Para aquel que su madre -o padre- no lo quiere tener criar y cuidar, hay una esperanza en una casa hogar donde alguien sí lo quiere tener criar y cuidar... Un proyecto llamado Cuna de Vida. Un concepto que podría remontarse a tiempos medievales, pero que funciona ahora, en Ecuador, en Santo Domingo de los Tsáchilas. Y acoge, por una ventana de 70 centímetro­s de largo y 50 de ancho, a niños de 0 a 6 meses con un objetivo: que estos no terminen en la calle.

Detrás de un escritorio repleto de folios, en la oficina principal del Hogar Valle Feliz, la hermana Carmela Ewa Pilarska, nacida en Polonia y con un español casi perfecto, habla de un proyecto -de su proyecto-. Pero antes recita de memoria una recordada frase de la Madre Teresa de Calcuta: “Los niños son como las estrellas. Nunca hay demasiados”.

Quisiéramo­s ser la voz de los niños en fundas de basura, en cartones, envueltos en periódicos”.

CARMELA EWA PILARSKA Hermana de la orden religiosa Benedictin­as Misioneras

El objetivo (de este proyecto): restituir el derecho que ha estado vulnerado... a la vida, a la salud”.

GLORIA VERA CEDEÑO trabajador­a social e investigad­ora familiar de la casa

Abre una carpeta con notas periodísti­cas y expone: 20 de marzo: una bebé fue dejada en una casa abandonada en Latacunga; 21 de mayo: un niño sin vida fue hallado en un depósito de basura en Quito; 29 de noviembre: un recién nacido apareció en un solar vacío en Guayaquil… son diez casos los que ella ha recopilado en 2019. Quizás haya más. O no.

Consciente de esta realidad, el 10 de diciembre decidió abrir una ventana a la vida. Un símbolo para “ser la voz de los recién nacidos que están vivos y también la de tantos que no corrieron con la misma suerte”, afirma Carmela, parte de la orden religiosa Benedictin­as Misioneras.

Construido con un llamativo sistema electrónic­o, este proyecto es el primero en Ecuador y en Latinoamér­ica. Dotado con dos cámaras de video internas, un sensor de peso, alarma, códigos… es más complejo de lo que parece a primera vista.

La hermana Eliza Olejnik, quien ha trabajado junto a Carmela para volver realidad una idea que surgió hace cuatro años, guía a EXPRESO hacia la cuna. En una pared que da a la calle, al lado de una pintura enorme de un recién nacido, está una ventana; sobre esta, un botón; y sobre este, un letrero. Para simular un caso real, la religiosa toma entre sus brazos a un muñeco, una réplica de un neonato e inicia...

David Segura y Juan Carlos Rosado, técnicos de instalació­n de sistemas de seguridad y quienes -junto a Javier Lucero, encargado de la obra civil- trasladaro­n el proyecto de una maqueta a una habitación de 4 metros cuadrados, explican detalles de este sistema (véase en la infografía).

Dicen que lo planificar­on todo, incluso si no hubiera luz, hay un ‘back up’ de energía... y más. Tardaron casi un mes en construir la cuna, la ventana... Y con una inversión que, según la hermana Carmela, alcanza los 5.000 dólares (3.500 donados de Suiza y 1.500 de Ecuador).

Funciona desde hace dos semana, y quizás por eso aún no ha habido algún caso de abandono. Pero Carmela y Eliza están preparadas. Con esto aseguran que Cuna de Vida no pretende incentivar a que las madres dejen a sus niños. Es solo una alternativ­a a la calle, un espacio para evitar riesgos, espeta Gloria Vera Cedeño, trabajador­a social.

Pero, ¿cuál fue el detonante para que se ejecutara este proyecto? Dice Carmela que el 2 de septiembre recibió una llamada del hospital de Santo Domingo. Una recién nacida había sido dejada dentro de un cartón cerca de la basura. Conmovida, la religiosa pensó: ¡es ahora o nunca! Llevó la niña a la casa de acogida y hoy, esa pequeña bautizada como ‘Sofía’ -para la prensa- es la bandera blanca de esta causa.

Que sea Sofía la última víctima de abandono (en esa ciudad y en Ecuador). Que sea Sofía un retrato de lo que no debería pasar. Que sea Sofía...

Este proyecto ya existía en Polonia desde 2006. También en Estados Unidos, Alemania, Suiza, Canadá... En Ecuador, para aplicarlo, hubo que acogerse al Código de la Niñez y Adolescenc­ia y al Código Orgánico Integral Penal (COIP), explica Jaime Salvatierr­a, asesor legal de Valle Feliz. El primero no contempla las cunas de vida. El segundo sanciona, incluso con cárcel, el abandono de personas.

Pero... el abogado señala que cuando la madre deja al niño en un hogar como este, apto para el cuidado y protección de menores de 0 a 17 años y 11 meses, no se cumplirían todos los requisitos para que se aplique la sanción. Es decir, la madre no iría presa. Que si podría recibir una amonestaci­ón leve, no lo niega, pero no de tipo penal. Y aunque el proceso mantiene el anonimato de la madre, un documento indica que es “mientras no se realicen las investigac­iones legales”.

Cuando han pasado los primeros tres meses, y la Dinapen y la Oficina Técnica de la Unidad Judicial han hecho las indagacion­es sobre los familiares, hay dos caminos: una reinserció­n (“que no pasa siempre”) o el inicio de un juicio de pérdida de patria potestad con declarator­ia de adoptabili­dad. Y esto puede tardar mucho, dice Salvatierr­a. Es la diferencia con Polonia. Por ejemplo, si allá han pasado tres meses y no se acerca -sin investigac­ión- la madre o algún familiar, entra inmediatam­ente en proceso de adopción. “El Código de la Niñez (en Ecuador) es muy conservado­r”, sentencia.

La ventana está abierta las 24 horas los 7 días de la semana. Sobre la adopción, la hermana Carmela dice: “De Valle no se dispone a quién se entrega al niño. Es la Unidad Técnica de Adopciones”. Entre las institucio­nes aliadas de este proyecto están el Ministerio de Inclusión Económica y Social, el de Salud Pública...

En Hogar Valle Feliz, situado en la urbanizaci­ón El Prado, calles Nicaragua y Perú, hay un equipo que se encarga del cuidado y atención de los niños. Dice Leonela Valarezo Tinoco, psicóloga clínica, que en este centro de acogida hay 5 casas estilo europeo, las niñas viven bajo la tutela de una mujer a la que llaman tía. Funciona el modelo de familia.

Para Leonela, este proyecto significa abrir una ventana a la vida. El bebé va a tener quién lo proteja. Para la madre esto sirve para “amainar el dolor” de dejarlo, porque de algo tiene certeza la psicóloga: “va a sentir culpa”. Pero Cuna de Vida no juzga, no critica, y busca que el niño no viva el abandono con culpa... porque “de pronto, que lo dejen aquí es la mejor vida para él”.

Quienes deseen colaborar con esta casa hogar pueden contactars­e al número 023-700-866.

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