LA AGRESIÓN GINECO-OBSTÉTRICA, MUY NATURALIZADA
El pasado 11 de julio, la relatora especial de la ONU sobre la violencia contra la mujer, Dubravka Šimonovi, presentó ante la Asamblea General de Naciones Unidas un informe sobre un tipo de violencia que hasta ese momento había sido invisibilizada: la gineco-obstrética.
En Ecuador esa realidad no era ajena, por lo que no existen estadísticas históricas sobre la situación de las mujeres ecuatorianas en ese ámbito.
”Este tema no fue incluido en la encuesta realizada en 2011, debido a que como sociedad se la tenía naturalizada e invisibilizada”, señala el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) en su nuevo informe.
Es por eso que este año, el INEC ha decidido preguntarle a las encuestadas si alguna vez recibieron algún comentario o insinuación sexual que le hizo sentir humillada o incómoda durante una atención ginecológica y si alguna vez les examinaron en presencia de otras personas sin su consentimiento o sin explicarle la presencia externa.
Ante estas interrogantes, el 47,5 % de las mujeres a nivel nacional mencionaron haber sufrido por lo menos un hecho de violencia gineco-obstétrica a lo largo de su vida, con mayor porcentaje en el área rural (54,8 %) que en la urbana (44.7 %).
Las cifras disminuyen ligeramente cuando se les pregunta a las mujeres si vivieron una situación similar en los últimos 12 meses (41,5 % a nivel nacional), pero en el sector rural sigue teniendo un porcentaje alto (46,5 %) a diferencia del urbano (39,9 %).
“La incorporación de este tipo de violencia en la encuesta representa no solo un desafío para el país sino también un gran avance”, asegura el INEC.
La encuesta también muestra cifras de violencia gineco-obstétrica por provincia, etnia, nivel educativo, edad y estado civil.