En actitud positiva ahora y siempre
Quizás tengamos que retornar al niño que todos llevamos dentro para poder disfrutar del espíritu de belleza, bien y verdad, transformándonos en comportamiento, tanto afectivo como efectivo. Todos los deseos que siembran positividad nos alientan a ese gozo de mansedumbre, de benevolencia, de bondad en suma. Pongamos voluntad en activar ese cambio de mentalidad, que conlleva corregirse por amor; propiciar otros deseos más adheridos a la ternura, de protección y consuelo hacia nuestro linaje. Conviene reafirmarse en el buen deseo de vivir. Ante la triste realidad que nos circunda, me emociona ver a los líderes de la ONU y de la Iglesia católica reunirse en el Vaticano para hacer una llamada mundial conjunta a la lucha contra el cambio climático, poniendo más confianza en el multilateralismo y menos indiferencia frente a la inmoralidad y la pobreza. Ojalá nos muevan los corazones, y en medio de tiempos tan turbulentos y difíciles, se impulse la unidad entre todos los moradores. Hay mucha soledad en el mundo y cuantioso sufrimiento, en parte causado por nuestras absurdas divisiones. Nunca es tarde para establecer vínculos reconciliadores, hacer familia, promover el entendimiento mutuo y combatir las cadenas del odio. Es cuestión de querer, de ponerse en acción, de comprender y de entendernos desde el respeto y la escucha al otro. Las actitudes siempre son más vitales que aquellas otras aptitudes o habilidades, por muy talentosas que sean.
Víctor Corcoba