Tiene más de 40 años con el mismo Niño Jesús
Los restauradores de imágenes tienen menos demanda
Cuando Bella Mora iba a arreglar su pesebre, pasó lo peor: la imagen del Niño Jesús se resbaló y se quebró. Estaba desesperada, porque para ella es algo sagrado y que no lo considera reemplazable. Adquirió la imagen de yeso hace 40 años y cada 6 de enero lo hace bendecir en la misa del Niño Dios.
Fue así como llegó al puesto de María Georgina Andrade, una manabita que ha restaurado miles de imágenes religiosas desde hace 50 años.
La matriarca, de 77 años, ha enseñado el arte de la restauración a sus hijos y nietos y en esta época del año, es cuando tiene mayor demanda. Al día, calcula que arregla de 30 a 40 imágenes, de las cuales el 90 por ciento son Niños Jesús.
Pero esta cifra es la mitad de lo que hacía antes. Cuando inició en este oficio, que a su vez ella aprendió de su esposo fallecido, restauraban más de 70. María duda que la tradición de armar un pesebre se pierda, pero sí ha notado que ha disminuido.
Cuenta que las imágenes “verdaderas, de las buenas”, inicialmente estaban hechas de yeso. Ahora se fabrican en otros materiales como la porcelana.
Bella esperó sentada a que su imagen estuviera como nueva, en la esquina de Los Ríos y General Gómez, donde María tiene su puesto.
Ya estaba más aliviada cuando vio el trabajo casi listo porque sabe que no romperá la tradición del 24 de diciembre, de tener su pesebre completo.
EL DETALLE
Misas de gallo. Es la misa católica que se celebra generalmente antes de la medianoche de la Nochebuena, en conmemoración del nacimiento de Jesús.