Su ‘príncipe’ descubrió la alegría de la Navidad
‘Mercedes’ es madre de un niño de tres años y fue abusada por su progenitor ❚ Su pequeño hijo tuvo una visita inolvidable
Alos 12 años Mercedes (nombre protegido) dejó de lado las muñecas y los juegos infantiles con sus amigas de barrio. Tempranamente tuvo que asumir un reto: ser madre. Ahora su felicidad es ver sonreír a su “príncipe”, como llama cariñosamente a su hijo José, de 3 años.
Sus escasos recursos le han impedido comprarle a su pequeño un juguete para Navidad, pero EXPRESO ayudó a hacer realidad el anhelo de esta joven que cría a su hijo-hermano. Su padre la violó y embarazó cuando era una niña. Tenía 12 años.
A José le encantan los carritos de juguete. Hace 15 días, Mercedes hizo un esfuerzo, juntó tres monedas de un dólar y le compró uno.
“Mi nieto no cabía de la felicidad. Desde que mi hija le compró el carrito todos los días ha jugado con él. No lo suelta ni para dormir, pues es el único juguete que tiene”, contó Margarita, la abuela materna.
Pero esa camioneta plástica amarilla ya tiene compañía. Este Diario logró que esta familia, aunque solo por unas horas, se llene de felicidad y le llevó al niño juguetes y ropa. Y, además, que disfruten de una cena en su pequeña vivienda en Milagro.
El más entusiasmado fue José. Apenas puso su mirada en los regalos, quería saber qué había en cada uno de los envoltorios. “¿Eso es para mí?”, preguntó una y otra vez a su mamá, con mirada curiosa.
Con un ligero movimiento
de cabeza, ella le confirmó que sí. No dudó en abrir apresuradamente el primero de los tres obsequios. “Es un camión, mami. Ya tengo dos carros”, exclamó con una sonrisa que desbordaba su inocente rostro.
“¿Este también es mío?”, nos interrogó. Adentro habían cinco carritos más y también un balón azul.
El “príncipe” de Mercedes no dejaba de saltar, su felicidad había contagiado a todos los presentes, Mercedes y Margarita tampoco podían disimular su alegría. Una sonrisa iluminó los rostros de ambas cuando la criatura se lanzó al piso para jugar con su carrito.
“Él nunca ha tenido juguetes en Navidad, tampoco le hemos comprado ropa. A duras penas nos alcanza el dinero para cenar, aunque sea un pan con chocolate y a veces compro un pollo y lo preparo”, manifestó Margarita.
De entre la ropa nueva, la madre y la abuela escogieron la vestimenta que usaría para cenar. Con la ayuda de Mercedes, Margarita sirvió los alimentos. Ya cuando la mesa estaba lista llamaron a José para que las acompañara. El niño se sentó junto a su mamá, antes tomó su camioneta, el camión y los colocó junto a él.
Mercedes le enfrió el chocolate, sabía que José estaba ansioso por terminar la comida, porque quería seguir jugando.
Por un instante Mercedes y Margarita disfrutaron del agasajo, se olvidaron de la pena que las consume desde hace 5 años. En ese momento su prioridad era disfrutar con el pequeño José.
En el hogar no hay arbolito de Navidad ni pesebre, pero eso no amilanó su cariño. El espíritu navideño del que gozan estas madres nace de las sonrisas de sus hijos que iluminan cada espacio de esta casa, donde la pobreza se supera con amor.
EL DETALLE
Historia. EXPRESO publicó la historia de Mercedes, desde que estaba embarazada hasta cuando el presunto violador fue detenido.