‘El Cubanito’ recrea las tradiciones de Riobamba
El pesebre, el más grande de la ciudad, tiene más de 2.000 piezas
La Sultana de los Andes, durante la época navideña, se llena de alegría. Los Pases del Niño inundan sus calles por diferentes sectores, pero previo a la manifestación patrimonial, se realiza nueve días antes el rezo de la novena, en el que ocupan un singular protagonismo los nacimientos o pesebres. Uno de los más tradicionales es el del ‘Niño Cubanito’, que toma su nombre de la calle que es cerrada para su montaje.
El pesebre, considerado el más grande de la ciudad, se instala en un área de 64 metros cuadrados y contiene más de 2.000 piezas de madera y metal.
Washington López Alarcón, presidente del Club Cuba, destaca lo tradicional del nacimiento. “Lo realizamos desde hace 45 años, gracias a Pedro Moreno, de quien nació la idea. Posteriormente, lo hizo Raúl Carpio y luego sus familiares han querido mantener la tradición para que no se pierda la fe”, afirma.
La mayoría de sus piezas son de madera y elaboradas por la familia Moreno Orozco, en cuyo seno hay carpinteros, mecánicos y artesanos.
En la parte posterior de los cuadros, pintados a mano, se recrean pasajes bíblicos como la
anunciación del ángel a María.
Los organizadores demoraron diez días en montar la muestra, que estará en exhibición hasta mañana 26 de diciembre. La novena que se reza alrededor de este nacimiento se organiza con la participación de nueve coordinadores, uno por cada día.
Cuando se desarman, todas las piezas, por voluntad de don Arturo Moreno, se guardan en su casa que ahora tiene exclusivamente ese fin, porque debido a su avanzada edad vive con su hija. Todos los vehículos y transeúntes que transitan por la calle Primera Constituyente detienen su paso para admirar el nacimiento. María José Carrillo es una de ellas. “Es muy bonito, a mis hijos les encanta venir todos los años, la representación del parque de diversiones que tiene movimiento, les gusta mucho, indicó.
EL DETALLE
LAS ETAPAS
El nacimiento está dividido en cuatro etapas. En la primera y principal se ubica al niño con José y María, la vaca, el buey, los pastores y los Reyes Magos; luego en cada escena se recrea la cotidianidad de la ciudad, entre lo que destacan las fiestas populares y el infaltable hornado.