Una niña descubre en tarjeta navideña mensaje de un preso que asegura ser explotado en China
El hallazgo provocó una reacción internacional. Incluso en el país asiático
El hallazgo por parte de una niña de 6 años del mensaje de un preso en China en una tarjeta navideña de la cadena británica de supermercados Tesco, provocó que esta empresa haya retirado de la venta las postales y anunciado el cese de su fabricación en el penal de Qingpu, en Shanghái.
“Somos prisioneros extranjeros en la cárcel de Qingpu, en China”, afirma el mensaje. “Forzados a trabajar contra nuestra voluntad. Por favor, ayúdennos y avisen a (alguna) organización de derechos humanos”, continúa el texto que encontró Florence
Widdicombe, la menor que quedó sorprendida al leer la petición de socorro.
En el mensaje encontrado en la tarjeta había una última petición: “Contactar con Peter Humphrey”. La alusión a este experiodista británico, detenido y encarcelado durante dos años en China cuando trabajaba en ese país como investigador privado a cuenta del gigante farmacéutico Glaxosmithkline, no parece casual.
Y es que Humphrey pasó 9 meses en Qingpu antes de ser liberado en 2015. La mención hace pensar que quien escribió el mensaje lo conoció en prisión. Según él, el autor o autores serían “prisioneros de Qingpu” y, después de contactar con otros exreclusos, uno de ellos afirmó que durante al menos dos años los detenidos habían confeccionado y embalado tarjetas navideñas para Tesco.
En declaraciones a la BBC, Humphrey asegura creer saber quién es el autor del texto, aunque dice que no lo revelará. La cárcel de Qingpu, explica Humphrey, albergaba en su tiempo entre 5.000 y 6.000 detenidos. Dormían en literas en celdas para 12 personas, con la luz permanentemente encendida y la ventana abierta, incluso en pleno invierno.
La prisión, abierta en 1994, se reivindica en su página web como un establecimiento modelo, una suerte de “plataforma de intercambios culturales”, que cuenta entre sus internos con detenidos extranjeros.
Otro artículo de The Financial Times el 2018, califica la prisión de “empresa subcontratada para intereses privados”. El medio afirma que los detenidos ganan, como mucho, 16 dólares mensuales y que muchos de los presos solo podían contar con ese dinero para comprar alimentos o artículos de aseo y acumular puntos de cara a una eventual reducción de su pena.