ENTRENADOR, LA PROFESIÓN MÁS PELIGROSA DEL FÚTBOL

El estratega compite consigo mismo, antes de hacerlo con jugadores, dirigentes, críticos y aficionados. El equipo está más en la cabeza del técnico que en la cancha. El entrenador piensa que wing e interior pueden ser una buena sociedad, y de pronto esa sociedad en el campo de juego no vislumbra, porque solo está en su imaginación, y a lo mejor el wing se acopla mejor con el nueve. Para aquello modifica la medular, la defensa y la forma de atacar. ¿Qué tipo de fútbol está preparando Emelec? Toque armonioso, elaborado, constante combatividad, fervor indomable. Un equipo es una mezcla de jugadores exquisitos con matices, pisadas de balón, gambetas y picapiedras que siembren con alambre espino el camino hacia el arco de Ortiz.

Ataque funcional: existe desmarque constante, movilidad, se busca superioridad numérica en donde se encuentre el balón, sin importar en qué zona del campo esté. Ismael Rescalvo en lanzamientos libres ubica a jugadores altos en el centro de la barrera en lugar de ponerlos en los extremos, como es la costumbre.

Los jugadores más bajos pueden colocarse en cualquiera de ambos lados.

La mayoría de las barreras están formadas por cuatro jugadores. Suele haber un jugador que corre a presionar si el saque de falta se hace en dos toques. Si el libre se realiza desde el borde del área, Ortiz suele elegir una barrera de cinco hombres más cerca de la meta; obliga a quien remate a dirigir el balón a la escuadra donde está el arquero. Lo ideal es respetar las posiciones de los jugadores y tratar de potenciarlos. El jugador siempre está midiendo al estratega. Si una escuadra no hace lo que el entrenador pretende, se reciente lo colectivo. Rescalvo, estudioso y profundo. Los problemas en Emelec en los últimos años fueron culpa de mediocres entrenadores, sacrificados en el altar de las iras del pueblo azul.